merino

Los Bartlett, entre impunidad y corrupción

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

Mientras se siga confundiendo con la impunidad, la lucha contra la corrupción seguirá tropezando con los nombres propios y produciendo descalabros. Esta vez le tocó el turno de la gracia a Manuel Bartlett por su entrañable cercanía con el ciudadano presidente, como antes le cayó el peso de la ley a Rosario Robles, quien había traicionado al líder. Pero la lista de los peces gordos que nadan a placer por las aguas turbias del poder y eventualmente son retirados del acuario no solo es muchísimo más larga sino que es, de suyo, inagotable. Desde ese mirador, la corrupción será invencible en tanto no se entienda como un fenómeno sino como un delito, que puede ser castigado o indultado ad hominem.

Me explico: no basta con que el señor Bartlett se haya portado bien durante el primer año del sexenio para quedar a salvo de las acusaciones que se le formulaban. Ese argumento quizás sea válido para quienes son perdonados de todos sus pecados al abrazar la fe cristiana, pero no funciona para los servidores públicos. En todo caso, es probable que la pareja sentimental del ínclito haya heredado o amasado una fortuna licita durante los últimos veinte años y es probable, acaso, que sus hijos hayan sido geniales para hacer negocios sin la más mínima intervención del padre: la presunción de inocencia es un principio inalienable para todas las personas inculpadas. Pero lo que estaba en duda y sigue estando hoy, es el origen de esa fortuna que disfruta la familia Bartlett y no si el funcionario contribuyó a acrecerla a partir del 1 de diciembre del 2018.

Seguir leyendo

merino

Que no se culpe a nadie

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

Para Ludolfo Paramio.

Decidido a jubilarse, Ludolfo Paramio recibió un homenaje (mitad despedida y mitad reproche) en la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón de Madrid, donde ha impartido clases y dirigido investigaciones durante más de tres décadas. Si no le cayeran tan mal, tendría que ser el primero de una larga secuencia de homenajes organizados en varios países, pues dudo que haya un profesor español vivo que haya sembrado tantos debates, afectos y vocaciones sociales en buena parte de América Latina como el muy querido, respetado e inefable Paramio. Ha sido, también, uno de los mayores y mejores ideólogos de la socialdemocracia europea de finales del siglo XX. El pensamiento crítico y la inteligencia política del joven Ludolfo Paramio estuvieron presentes, con tanta discreción como tino, en los años gloriosos del PSOE luego de la transición española a la democracia, con Felipe González y Alfonso Guerra al mando de un proceso que consiguió liberar a España del pozo en el que había caído con el franquismo y que, de paso, deslumbró al mundo.

Aquella suma de ideas y talento imantó también los cambios que estaban viviendo los países de nuestra región, unos, tratando de reconstruir las democracias que habían destruido las dictaduras militares y otros, como México, inventando la democracia que nunca tuvimos. Entretanto, Paramio aconsejaba por los pasillos internos del PSOE, redactaba los documentos centrales, formaba cuadros políticos y era una de las principales correas de comunicación entre los líderes del gobierno español y el mundo académico e intelectual de Iberoamérica. O para ser más precisos: de la izquierda democrática de nuestra región.

Seguir leyendo

merino

Entre derechos y migajas

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

No es lo mismo un estado de derechos que un país de prebendas y regalos. El primero está basado en las leyes y las instituciones y el segundo en las clientelas y el reparto de dinero. El primero es igualitario y exigible, mientras que el segundo es selectivo y caprichoso. En el primero, la tarea principal de los gobiernos es garantizar el ejercicio pleno de los derechos consagrados (sin perder de vista que los fundamentales son, siempre, los derechos del más débil), mientras que en el segundo, la misión más relevante es quitarle el gorgojo a los frijoles repartidos.

En un estado de derechos no sería mucho pedir que se entreguen gratuita y oportunamente los medicamentos indicados en las recetas surtidas por los hospitales y los centros de salud; que los niños y las niñas puedan dedicar su tiempo a jugar y estudiar, protegidos y seguros, con independencia de las condiciones de sus padres y sus madres; que todos los trabajadores tengan acceso a la seguridad social y al resto de los derechos laborales, sin excluir a las trabajadoras del hogar (esclavizadas por el bienestar ajeno) a los trabajadores digitales (que reparten mercancías en bicicletas y motocicletas propias, arriesgando la vida por lentejas) o a los jornaleros agrícolas (que sobreviven como nómadas, cosechando en tierras que no les pertenecen).

Seguir leyendo

merino

El año de las palabras

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

Para bien y para mal, el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador estuvo marcado por la fuerza de las palabras: del alud de palabras que ha pronunciado en las conferencias de prensa, en las giras de trabajo por todo el país y en los eventos y reuniones masivas que ha encabezado de manera incansable; y, como si no le bastara, en las que escribió además en un libro. Ese caudal no tiene comparación con ningún gobierno anterior: hoy tenemos al presidente más locuaz de la historia y, seguramente, al mejor comunicador.

El predominio de las palabras no sólo es notable por su abundancia sino porque han sustituido a los datos como fuente primordial de la agenda pública. La voz del presidente es más potente que cualquier evidencia y, por eso, es difícil criticar este primer tramo de su gobierno con objetividad. Dice el presidente que las cosas ya cambiaron, que se acabó la corrupción, que ya no hay guerra contra el crimen organizado, que sus programas sociales están logrando abatir la desigualdad y que el pueblo es feliz. Frente a ese discurso, es inútil oponer los datos que demuestran el incremento de la violencia, los muchos casos que siguen revelando abusos inaceptables de funcionarios públicos, la reiterada captura de puestos y presupuestos, el estancamiento de la economía o la obstinada desigualdad. Nada de eso importa más que las palabras del presidente y nada es más elocuente que el discurso del régimen.

Seguir leyendo

merino

Fantasías presidenciales

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

El señor presidente ha cometido dos errores de concepción, que están marcando el curso de (lo que debería ser) su sexenio: el primero ha sido creer que la creciente concentración de las decisiones políticas en sus manos equivale al dominio de los problemas que lo desafían; o dicho de otra manera: creer que la acumulación de poder para someter a los otros le suma capacidades para imponer un régimen político proclive a los intereses de pueblo, porque solamente él encarna su voluntad. A este primer error le llamaré, por economía del lenguaje, la fantasía de la dictadura popular.

El segundo es creer que pueden forjarse las circunstancias indispensables para derrotar personalmente a quienes se oponen a la transformación que propone, como si el curso de la historia dependiera de sí mismo y de nadie más. A este segundo error le llamaré: la fantasía del heroísmo histórico. Ignoro si estos errores son inconscientes. Pero no tengo duda de que están amenazando su propio éxito y comprometiendo la viabilidad de la administración pública en su conjunto.

Seguir leyendo

merino_1

A favor del asilo

Publicado en El Universal

Por: Mauricio Merino

El gobierno de México hizo muy bien concediéndole asilo político a Evo Morales: honró una de las mejores tradiciones de la política exterior del país, cambió el curso de la conversación pública, puso el acento en temas que habían sido ignorados y recordó lecciones que no debemos olvidar nunca. En medio de tantos problemas acumulados, la presencia del presidente depuesto de Bolivia tendría que ayudarnos a cobrar conciencia sobre la cercanía de esos desenlaces brutales que han poblado la historia de los países que son como espejos del nuestro. O al menos, darnos un respiro para pensar.

Soy partidario incondicional del derecho de asilo, por principio y por experiencia. Saber que las fronteras del mundo pueden volverse flexibles para albergar a quien está amenazado de muerte por sus adversarios políticos es, ya de suyo, un argumento que nadie debería desdeñar: nadie que considere que convalidar las balas como recurso para resolver las diferencias políticas es siempre una derrota a la civilización. Por ese mismo motivo, me parece lamentable que México no haya diseñado una política más humana y más solidaria para proteger a la migración centroamericana de todas las violencias que afronta, pese a la diferencia entre un jefe de Estado y un éxodo que no quiere vivir en México sino moverse hacia los Estados Unidos. La presencia del presidente Morales nos recuerda que albergar a las víctimas de la violencia política es, sin más, una cuestión de principios.

Seguir leyendo

merino

Es lo mismo pero no es igual

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

Detrás de buena parte de las decisiones que ha ido tomando la nueva clase gobernante hay un argumento de autoridad magister dixit, según el cual, ellos, los partidarios de Morena son éticamente superiores a cualquier otro grupo político identificable. En los argumentos de autoridad, como se sabe, no importa tanto lo que se afirma cuanto quién lo hace, de modo que no es indispensable justificar las decisiones por sus méritos sino en función del valor intrínseco de quien las toma. Ese argumento ha blindado al proyecto político hegemónico de cualquier comparación con el pasado que, desde ese mirador, está moralmente derrotado.

Por eso es inútil insistir en que la elección de Rosario Piedra Ibarra como presidente de la CNDH, hubiese sido inaceptable para los partidarios de Morena (como lo sería para cualquier demócrata), en otro momento de la historia reciente del país. Jamás hubiesen aceptado que una militante y excandidata del partido gobernante fuera presentada como idónea para un cargo que reclama independencia, pese a su evidente cercanía política con el titular del Poder Ejecutivo. No hubieran tolerado que el presidente defendiera esa candidatura abiertamente, induciendo a sus copartidarios del Senado el sentido de su voto. No hubieran aprobado que una mayoría simple en el Senado alterara las reglas de la votación sin modificar las ternas, como lo ordena la ley, para darse el tiempo necesario hasta alcanzar una dudosa mayoría calificada. Ni, mucho menos, hubiesen aceptado la lectura laxa de un mandato constitucional explícito para justificar el recuento más propicio de los votos emitidos por los senadores.

Seguir leyendo

merino

La declaración más ominosa

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

Sería gravísimo que el presidente López Obrador tenga noticias ciertas de un intento de golpe de Estado. Quien creyera que México podría sobrevivir a un disparate de esa magnitud tendría que estar completamente ajeno a la realidad: tendría que estar loco. Tan pronto como algunos quisieran desconocer por la vía armada la legitimidad del jefe del Estado y clausurar la vigencia de las instituciones democráticas, encontrarían una resistencia masiva imposible de frenar. Una enorme mayoría saldría a las calles a defender la democracia, dispuesta a lo que sea para desandar el despropósito. México se volvería simplemente ingobernable.

Sin embargo, hay que tomarse muy en serio las palabras del jefe del Estado pues nunca, desde los años posteriores a la Decena Trágica, se había planteado esa posibilidad desde la más alta investidura del país. Se equivocaría mucho quien afirmara que el Siglo XX mexicano estuvo exento de ambiciones desatadas de toda índole; pero la amenaza de vivir un golpe de Estado quedó conjurada desde el primer tercio de ese siglo y, cuando algunos generales quisieron ensayarlo al principio del sexenio fundador del presidente Cárdenas, fueron controlados y sometidos sin mayores aspavientos. Por eso resulta difícil de digerir que hoy, contra toda lógica y toda sensatez, el mismísimo presidente nos advierta que hay “conservadores y halcones” que están planeando su defenestración violenta.

Seguir leyendo