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La democracia en tiempos de Nosotrxs. Igualitario 2020.

Publicado en Animal Político

Por: Luis F. Fernández, director ejecutivo de Nosotrxs

2019 ha sido un año muy álgido para la democracia latinoamericana. Explotó el descontento generalizado contra gobiernos corruptos, represores o ineficientes. Salieron cientos de miles de personas a exigir sus derechos en colectivo en las calles y a hacer oír sus voces en favor de ideales más justos para nuestras comunidades. La marea verde ganó terreno y miles de mujeres unieron sus voces para demandar un cese a la violencia estructural en contra de ellas. La activa participación política de este año demostró que existen nuevas salidas más allá de las vías electorales y que la construcción y consolidación de nuevas instituciones –más abiertas, más transparentes y más incluyentes– son indispensables para fortalecer nuestras democracias.

Para Nosotrxs, 2019 ha sido un año de consolidación y de grandes avances para combatir la desigualdad y para dar pasos agigantados en contra de la corrupción en México. Tuvimos el Segundo Encuentro Nacional de Nosotrxs en el Polyforum Siquieros, el cual concentró a cientos de egresados de los programas de Liderazgo e Innovación para la Democracia (Programa LID)  de todo el país, a cofundadores y simpatizantes del movimiento. Ahí, anunciamos la creación del Consejo Asesor con personas de larga trayectoria que, por sí mismos, reflejan una historia de lucha de justicia social y progresismo por la ampliación y protección del ejercicio de derechos. Más de 300 personas en el país arrancaron colectivos de exigencia de derechos comprometidos con los valores de Nosotrxs; y repetimos en colectivo nuestros mantras hasta que quedaron tatuados en nuestros ideales: “mi libertad no termina donde inicia la tuya, mi libertad inicia donde se une a la tuya” y “Nosotrxs es el espacio en donde todas las personas resolvemos lo que una sola no puede”.

Creemos, siempre, que más democracia es mejor; trabajamos en colectivo, desarrollamos y construimos capacidades de exigencia colectiva de derechos. En ningún momento actuamos solos; actuamos siempre de la mano de las personas titulares de los derechos y en alianza con organizaciones y autoridades para garantizar el ejercicio y protección de derechos específicos.

En 2019 estuvimos al frente de las batallas más importantes del país en favor de los derechos de grupos históricamente marginados: logramos, en conjunto con otras organizaciones y de la mano de las trabajadoras del hogar, la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo que reconoce los derechos de las trabajadoras del hogar y los eleva a rango constitucional. Además de ello, en colectivo logramos impulsar las reformas a las leyes del Trabajo y del Seguro Social que establece derechos laborales explícitos para trabajadoras del hogar y, con el poder Ejecutivo, acompañamos el proceso de diseño e implementación del programa piloto para la inscripción a la seguridad social en el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Creemos que nuestra democracia necesita más del trabajo en colectivo, por ello trabajamos de la mano con autoridades y con distintos grupos de la sociedad civil. Un ejemplo de ello es que logramos posicionar en la agenda pública el problema de desabasto de medicamentos, situación que llevó a integrar un colectivo que acompañará a las autoridades en la resolución de las causas –corrupción y la ineficiencia– que provocan que pacientes en todo el país sufran casos de no surtimiento. Hemos avanzado en la integración de un colectivo de pacientes, de organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y con autoridades como las Secretarías de Hacienda y Salud. Estamos convencidos que, en bola, podemos lograr que en cinco años el total de personas que requieren un tratamiento lo reciban de manera oportuna y con calidad.

En alianza, hemos logrado que damnificados de los sismos de 2017 cuenten con canales de interlocución para la resolución efectiva de problemas que afectan de manera sistemática a cientos de personas. Desde la presidencia del Consejo Consultivo de la Reconstrucción de la Ciudad de México, Nosotrxs contribuye en dar la mayor certeza posible a damnificados que, después de dos años, aún sufren los estragos de la reconstrucción.

Además de ello, hemos creado y acompañado colectivos que luchan para que los trabajadores de plataformas digitales tengan derechos laborales y cuenten con la protección mínima necesaria para contrarrestar los riesgos que implica su trabajo; por que los partidos políticos cumplan con sus obligaciones en materia de transparencia; por evitar que las personas privadas de la libertad sufran la violación de sus derechos humanos; por que las personas en situación de abandono social (en situación de calle) logren recuperar el derecho a la identidad como llave necesaria para el ejercicio de otros derechos y para su reinserción en sociedad, entre decenas de colectivos más –muchos de ellos locales– que se forman para conocer sus derechos e instituciones; que se organizan con herramientas y con un método predefinido para exigir el cumplimiento y respeto de nuestros derechos.


Nosotrxs vive y crece gracias a un magnifico equipo ejecutivo de trabajo que, con pocos recursos y mucha convicción, ha logrado acompañar y potenciar una red de 29 representaciones estatales y más de 261 colectivos que viven y exigen alrededor del país. A todas estas maravillosas personas debo mi agradecimiento, pero, sobre todo, mi reconocimiento por la motivación que reanima día a día y causa por causa nuestro movimiento.

Nosotrxs es hoy, el único movimiento organizado, político y social, que busca construir una sociedad de derechos sin pasar por las vías electorales. Somos el movimiento organizado que decidió avanzar por la ruta larga para hacer frente a la corrupción, para reducir la desigualdad y construir democracia en colectivo. Creemos en el diálogo como mecanismo para la resolución pacífica de conflictos y para la construcción de acuerdos. Transformamos valores y recursos en poder ciudadano para actuar estratégicamente, para convertir intenciones en acción efectiva. Nosotrxs es y será en 2020 el movimiento organizado que siembra la semilla de la democracia que florecerá como ejemplo de una política distinta en el siglo XXI. Ni tú, ni yo, ni ellos, Nosotrxs.

Próspero e igualitario 2020.

Agradecemos a Animal Político por abrir las puertas para una colaboración estrecha y constructiva con Nosotrxs. ¡Feliz año a todo su equipo!

merino

Los Bartlett, entre impunidad y corrupción

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

Mientras se siga confundiendo con la impunidad, la lucha contra la corrupción seguirá tropezando con los nombres propios y produciendo descalabros. Esta vez le tocó el turno de la gracia a Manuel Bartlett por su entrañable cercanía con el ciudadano presidente, como antes le cayó el peso de la ley a Rosario Robles, quien había traicionado al líder. Pero la lista de los peces gordos que nadan a placer por las aguas turbias del poder y eventualmente son retirados del acuario no solo es muchísimo más larga sino que es, de suyo, inagotable. Desde ese mirador, la corrupción será invencible en tanto no se entienda como un fenómeno sino como un delito, que puede ser castigado o indultado ad hominem.

Me explico: no basta con que el señor Bartlett se haya portado bien durante el primer año del sexenio para quedar a salvo de las acusaciones que se le formulaban. Ese argumento quizás sea válido para quienes son perdonados de todos sus pecados al abrazar la fe cristiana, pero no funciona para los servidores públicos. En todo caso, es probable que la pareja sentimental del ínclito haya heredado o amasado una fortuna licita durante los últimos veinte años y es probable, acaso, que sus hijos hayan sido geniales para hacer negocios sin la más mínima intervención del padre: la presunción de inocencia es un principio inalienable para todas las personas inculpadas. Pero lo que estaba en duda y sigue estando hoy, es el origen de esa fortuna que disfruta la familia Bartlett y no si el funcionario contribuyó a acrecerla a partir del 1 de diciembre del 2018.

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merino

Que no se culpe a nadie

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

Para Ludolfo Paramio.

Decidido a jubilarse, Ludolfo Paramio recibió un homenaje (mitad despedida y mitad reproche) en la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón de Madrid, donde ha impartido clases y dirigido investigaciones durante más de tres décadas. Si no le cayeran tan mal, tendría que ser el primero de una larga secuencia de homenajes organizados en varios países, pues dudo que haya un profesor español vivo que haya sembrado tantos debates, afectos y vocaciones sociales en buena parte de América Latina como el muy querido, respetado e inefable Paramio. Ha sido, también, uno de los mayores y mejores ideólogos de la socialdemocracia europea de finales del siglo XX. El pensamiento crítico y la inteligencia política del joven Ludolfo Paramio estuvieron presentes, con tanta discreción como tino, en los años gloriosos del PSOE luego de la transición española a la democracia, con Felipe González y Alfonso Guerra al mando de un proceso que consiguió liberar a España del pozo en el que había caído con el franquismo y que, de paso, deslumbró al mundo.

Aquella suma de ideas y talento imantó también los cambios que estaban viviendo los países de nuestra región, unos, tratando de reconstruir las democracias que habían destruido las dictaduras militares y otros, como México, inventando la democracia que nunca tuvimos. Entretanto, Paramio aconsejaba por los pasillos internos del PSOE, redactaba los documentos centrales, formaba cuadros políticos y era una de las principales correas de comunicación entre los líderes del gobierno español y el mundo académico e intelectual de Iberoamérica. O para ser más precisos: de la izquierda democrática de nuestra región.

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trabajadoras del hogar

Luchas colectivas generan grandes victorias

Publicado en El Sol de México

Por Melissa Ayala

5 de diciembre de 2018. Para muchos, fue un día como cualquier otro; para muchas, fue la victoria de una batalla que llevaban dando poco más de 20 años. El 5 de diciembre de 2018, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró discriminatorio excluir a las trabajadoras del hogar del régimen obligatorio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Para refrescar la memoria, le recuerdo al lector lo que ocurrió en el amparo directo 9/2018. En dicha resolución, por unanimidad la Segunda Sala de la Suprema Corte consideró inconstitucional que los patrones no estén obligados a inscribir a las empleadas del hogar ante el IMSS. Ello, ya que no existe ninguna razón constitucionalmente válida ni razonable por la cual la Ley del IMSS pueda excluir a las trabajadoras del hogar del llamado “régimen obligatorio” de seguridad social, lo cual significa que existía una discriminación legal contra esas trabajadoras.

En el caso citado, la Corte concedió el amparo para poner a conocimiento del IMSS esa situación discriminatoria y se le planteó que dentro de un plazo prudente implementara un “programa piloto” que tenga como fin diseñar y ejecutar un régimen especial de seguridad social para las trabajadoras del hogar.

En ese régimen especial la Corte señaló que se debían proporcionar, como mínimo, los seguros de: (1) riesgos de trabajo; (2) enfermedades; (3) maternidad y guarderías; (4) invalidez y vida; (5) retiro, cesantía en edad avanzada y vejez.

Como bien dijo la Corte, el trabajo doméstico ha sido tradicionalmente objeto de condiciones de trabajo inadecuadas, extensas jornadas, bajos salarios y trabajo forzoso; si a todo lo anterior se le suma la ausencia de una adecuada cobertura y protección social, tenemos como resultado lo que viven día a día miles de trabajadores del hogar: enfrentar una mayores condiciones de marginación que contribuyen a más desigualdades laborales y sociales entre el hombre y la mujer, así como a mantener estereotipos y prejuicios sobre la supuesta “carencia de valor” que tiene el trabajo doméstico.

Las labores domésticas y de cuidado no son invisibles, vivimos en un sistema que nos ha enseñado a invisibilizar de manera activa estas labores y a minimizar su importancia. Organizaciones de la sociedad civil y mujeres como Marcelina Bautista llevan poco más de 20 años buscando que el trabajo doméstico sea reconocido como trabajo y aquellos que lo realizan sean reconocidas como trabajadoras, ni más ni menos.

Hace tan solo unos días, el INEGI presentó los resultados de la “Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México, 2018”, que proporciona información sobre la valoración económica del trabajo no remunerado mostrando la importancia de este tipo de trabajo en el consumo y en el bienestar de la población.

Así, de acuerdo a los datos presentados, en 2018 el valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados registró un nivel equivalente a 5.5 billones de pesos, lo que representó el 23.5% del PIB del país.

La mayor parte de las labores de y de cuidados fueron realizadas por las mujeres, con el 76.4% del tiempo que los hogares destinaron a estas actividades; asimismo corresponde al 75.1% si se habla en términos del valor económico.

Modificar y mejorar las instituciones y rasgos culturales profundamente arraigados es complejo y requiere un compromiso de muchas personas, pero, sobre todo, de los líderes políticos y los gobiernos que implementan políticas públicas en distintos niveles.

Afortunadamente, hemos visto voluntad política por parte del Estado y gracias a activistas como Marcelina Bautista, a organizaciones como CACEH, SINACTRAHO, Nosotrxs, el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, Hogar Justo Hogar, WIEGO, Semillas y a películas como Roma, hoy la seguridad social para las trabajadoras del hogar es una realidad.

El propio 5 de diciembre pasado la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, anunció el envío al Senado de la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, algo que había sido demandado por las trabajadoras del hogar y las organizaciones de la sociedad civil por años.

Ahora, si bien es cierto que nos encontramos ante una gran victoria, no podemos obviar los retos que se avecinan, por ejemplo, cómo hacer del conocimiento de todas las trabajadoras del hogar el derecho que tienen a la seguridad social.

Asimismo, no dejemos de recordarle al Estado la existencia de un sistema comprehensivo de diversas estructuras de opresión que, en la simultaneidad de su ocurrencia, reducen en mayor medida los márgenes de libertad de las mujeres que pertenecen a determinados grupos sociales.

Finalmente, como sociedad también nos toca reconocer que las labores domésticas y de cuidado son trabajo, que quienes las realizan son trabajadoras que cuentan con la protección de la ley y que la sociedad y el propio Estado dependen de sus labores para sostenerse.

@NosotrxsMX

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Plebiscitos en Chihuahua: la oportunidad de recuperar la política para las personas

Las personas comunes en Chihuahua recuperan el poder por medio de un plebiscito promovido por el colectivo #ChihuahuaDecide, del cual forma parte Wikipolitica Chihuahua, votando NO a la concesión de su alumbrado publico, evitando así el malgasto de 12 mil millones de pesos.

 

Por Wikipolítica Chihuahua en alianza con Nosotrxs

Después de más de diez años de esfuerzo por parte de organizaciones de la sociedad civil, activistas, derechohumanistas y personas comunes del estado de Chihuahua, en mayo de 2018 fue aprobada la Ley de Participación Ciudadana, una demanda social para crear nuevos contrapesos que pudieran evitar excesos desde el poder como los cometidos en la entidad por personajes del entorno político estatal como César Duarte.

Para las organizaciones, esta aprobación podría convertirse en una manera de escribir el futuro de Chihuahua. Entre otros avances, el referéndum, el plebiscito y la revocación de mandato eran ya importantes armas democráticas para transformar la entidad.

Apenas un año después, los dos municipios más poblados de Chihuahua (Juárez y la capital, Chihuahua) iniciaron el proceso de aprobación de dos proyectos prácticamente idénticos: La entrega del servicio de alumbrado público a particulares por 15 años a través del contrato de deuda. En ambas ciudades, activistas y organizaciones iniciaron la exigencia de socializar el proceso de toma de decisiones, transparentar la documentación con los detalles de los proyectos y acercar a la ciudadanía al proceso. Resultaba atípico que ambos proyectos compartieran tantos aspectos y se pusieran en la mesa de manera casi simultánea.

Ni en la capital, gobernada por María Eugenia Campos (PAN) ni en la frontera gobernada por Armando Cabada (Independiente), hubo interés por abrir a fondo los procesos y los esfuerzos se limitaron a la difusión de anuncios defendiendo sus proyectos en prensa, radio y televisión. Para las activistas, esta etapa también representó el inicio de linchamientos mediáticos y ataques personalizados desde el poder.

Entre madruguetes políticos y prácticas de fast-track, el 26 de abril  fue autorizado en la capital y apenas 10 días más tarde, se concretó la aprobación en Ciudad Juárez, en medio de la presencia ciudadana en Cabildo señalando la problemática del contrato de deuda, la falta de transparencia en el proceso y la manipulación de información.

Menos de un año después de la aprobación de la Ley de Participación Ciudadana y mientras las batallas por frenar ambos proyectos se daban en el Congreso del Estado, se presentaron de manera coordinada las solicitudes para los primeros dos plebiscitos en la historia del estado. Ambos proyectos buscarían ponerse en manos de la ciudadanía utilizando la recién alcanzada herramienta democrática.

90 días después, tanto los esfuerzos de la capital del estado, como los del municipio fronterizo, rindieron frutos. Ambos proyectos habían logrado conseguir el apoyo ciudadano necesario y cumplir con los requisitos y número de firmas ciudadanas para que el Instituto Estatal Electoral pusiera a consulta los proyectos de iluminación.

El Instituto Estatal Electoral, obteniendo los recursos para los plebiscitos de los propios ayuntamientos puestos a prueba, tomaron la atípica decisión de otorgar 34 días para realizar la jornada de consulta, pese a que los lineamientos de la ley señalan un plazo de hasta 90 para garantizar la máxima difusión y participación. Para Chihuahua quedó el 24 de NOviembre como la fecha para el plebiscito arrancando el 20 de Octubre  y para Juarez sería hasta el año siguiente.

Para el día de la votación, el Instituto Estatal Electoral instaló 188 Mesas receptoras de votación conformadas por 2 urnas electrónicas cada una. Las personas solicitantes del plebiscito, por encontrarse limitadas en recursos humanos, económicos y de tiempo no tuvieron posibilidad de registrar ante el Instituto Estatal Electoral a los representantes de casilla ni a los observadores, por lo cual se decidió conformar un Escudo Ciudadano para cuidar las casillas, siendo este representado por personas en su mayoría mujeres, adultos mayores y jóvenes.

Se llegó el día. El 24 de NO-viembre del 2019, más de 62 mil personas en la capital de Chihuahua salieron a votar, logrando la consulta ciudadana con mayor afluencia en el país. Aún sin alcanzar el 10% requerido por la ley para volver vinculante la decisión de las personas, 62 mil 32 votos en total, de los cuales 26 mil 501 fueron por el SI (42.72%) mientras que 35 mil 229 lo hicieron por el NO (56.79%). Frente a todas las malas prácticas lanzadas contra el NO y  los pronósticos de muchos medios, analistas políticos y la clase política en general, las personas habían ganado.

El ejercicio plebiscitario del pasado domingo 24 de NOviembre marca un momento histórico para la democracia en Chihuahua y el resto del país, las personas en Chihuahua por primera vez decidieron en un tema de política pública y la decisión fue acatada. Las personas comunes están recuperando su poder, el poder colectivo y esto demuestra que la democracia participativa es un nuevo camino a seguir ya que como lo demostró el gobierno municipal de Chihuahua, los mecanismos de representación actuales son obsoletos y no pueden seguir sin verdaderamente tomar a las personas en cuenta. Solo las personas podrán cambiar el rumbo del país, tomando los asuntos en sus propias manos.

-Cómo fué?

Aprobación de la Ley de Participación Ciudadana

-Audiencia Publica

Plan Estratégico de Juarez se posiciona ante Juarez Iluminado.
Wikipolítica y la Red por la Participación Ciudadana convocan a personas y organizaciones a unirse a posicionarse ante Iluminamos Chihuahua.
Se crea el colectivo Chihuahua Decide.
Se aprueban los proyectos en ambas ciudades.
Los colectivos y organizaciones se organizan para pedir un plebiscito.
Comienza la recabación de firmas de apoyo.
Se reúnen los apoyos requeridos y se aprueban.
Se da fecha para el plebiscito de Chihuahua: 24 de NO-viembre. (34 días)
Se impugna la decisión de fecha, pero se niega la ampliación en el Tribunal Estatal Electoral.
Se impugna pero se niega en la Sala Regional de Guadalajara.
Se comienza la campaña #NoQuierenLuzQuierenDinero: (https://youtu.be/swUk_LmZs2o)
Guerra sucia de parte del gobierno municipal vs. el No.
Se crea el Escudo Ciudadano para cuidar el proceso de votación de parte del NO.
A pesar de todos los obstáculos, el 24 de NO-viembre del 2019, más de 62 mil personas votaron.
Gana el NO y se baja el proyecto “Iluminamos Chihuahua”

-Quiénes?

Chihuahua Decide, colectivo de colectivos conformado por: organizaciones como La Red por la Participación Ciudadana, Somos más de Tres, Pública, Wikipolítica, derecho humanistas, profesionales y personas comunes.

-Cómo?

Nos unimos con el fin de defendernos ante el fraude del proyecto “Iluminamos Chihuahua” llamando a las personas a votar “NO”por medio de un plebiscito.
Sin una estructura  formal, logramos crear un grupo multi edad y multidisciplinario apartdista, completamente ciudadano y sin fines de lucro.

-Lo replicable

Crear campañas con pocos recursos
Articularse como grupos y personas comunes
Detener grandes actos de corrupción

-Lecciones aprendidas

El sistema está hecho para que no participemos
La democracia participativa es un camino para resolver muchos problemas actuales

Es muy complicado participar y competir contra el poder pero las personas ya están despertando

merino

Entre derechos y migajas

Publicado en El Universal

Por Mauricio Merino

No es lo mismo un estado de derechos que un país de prebendas y regalos. El primero está basado en las leyes y las instituciones y el segundo en las clientelas y el reparto de dinero. El primero es igualitario y exigible, mientras que el segundo es selectivo y caprichoso. En el primero, la tarea principal de los gobiernos es garantizar el ejercicio pleno de los derechos consagrados (sin perder de vista que los fundamentales son, siempre, los derechos del más débil), mientras que en el segundo, la misión más relevante es quitarle el gorgojo a los frijoles repartidos.

En un estado de derechos no sería mucho pedir que se entreguen gratuita y oportunamente los medicamentos indicados en las recetas surtidas por los hospitales y los centros de salud; que los niños y las niñas puedan dedicar su tiempo a jugar y estudiar, protegidos y seguros, con independencia de las condiciones de sus padres y sus madres; que todos los trabajadores tengan acceso a la seguridad social y al resto de los derechos laborales, sin excluir a las trabajadoras del hogar (esclavizadas por el bienestar ajeno) a los trabajadores digitales (que reparten mercancías en bicicletas y motocicletas propias, arriesgando la vida por lentejas) o a los jornaleros agrícolas (que sobreviven como nómadas, cosechando en tierras que no les pertenecen).

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RECONOCIMIENTO PÚBLICO POR LOS DERECHOS DE LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR

RECONOCIMIENTO PÚBLICO POR LOS DERECHOS DE LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR

5 de diciembre de 2019

¡Es una gran noticia! Después de ocho años de espera, desde que el gobierno mexicano firmó el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece los criterios básicos sobre condiciones laborales dignas y trabajo decente para las personas trabajadoras del hogar, este 5 de diciembre el poder Ejecutivo anunció su envío al Senado de la República para su ratificación.
El anunció no llegó sólo. Viene acompañado de más de 20 años de lucha de Marcelina Bautista, Directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) y fundadora del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), que ha alzado la voz de manera sostenida con todos los gobiernos que han pasado frente a ella, que con la convicción por delante ha sumado a la lucha por los derechos a miles de personas trabajadoras del hogar que han empleado sus días de descanso para organizarse, que con voluntad inquebrantable ha logrado construir alianzas con organizaciones, empleadores, cineastas y autoridades para conquistar derechos laborales básicos, para tomar conciencia colectiva de que los derechos nos pertenecen, para combatir la discriminación cotidiana en el sector y para dignificar el trabajo en el hogar en condiciones de igualdad.
Enhorabuena por esta batalla ganada para la ratificación del Convenio 189, que viene acompañada del relanzamiento del programa piloto para la inscripción de personas trabajadoras del hogar del Instituto Mexicano del Seguro Social. El programa materializa el ejercicio del derecho a la seguridad social y nos deja el reto de usar y promover tanto como sea posible el uso de las instituciones que ya tenemos para que las personas trabajadoras del hogar se inscriban y para que las personas empleadoras cumplan con sus obligaciones del pago a la seguridad social. Estamos atentos y vigilantes para que el gobierno materialice el nuevo marco legal y ajuste las políticas específicas para que este gran logro no se quede solo en el terreno formal de las leyes.
Hoy toca celebrar; es un paso firme para combatir la desigualdad en México y en favor de la revolución de conciencias. Es un triunfo colectivo para que las personas trabajadoras del hogar accedan a servicios de salud, a guarderías para sus hijos, a protección durante su maternidad, a ahorrar para comprar una vivienda y para el retiro. Gracias a cada persona, a cada organización y a cada autoridad que ha impulsado con convicción la reivindicación de nuestros derechos.

LA COMISIÓN EJECUTIVA DE NOSOTRXS
MAURICIO MERINO

ARAM BARRA, LUIS F. FERNÁNDEZ, ALEJANDRO GONZÁLEZ, LOURDES MORALES, HAYDÉE PÉREZ, EUNICE RENDÓN, JESÚS RODRÍGUEZ ZEPEDA, JORGE JAVIER ROMERO Y LISA SÁNCHEZ.

Marcelina Bautista

#FregamosYFregamos

Publicado en El Universal

Por Marcelina Bautista

Llevo 20 años luchando junto a decenas de compañeras por los derechos de las trabajadoras del hogar. Somos 2.4 millones de trabajadoras que como cualquier otro trabajador, tenemos empleador, horarios, deberes y sin embargo hasta hace muy poco, a diferencia de otros trabajadores, no teníamos derechos, prestaciones, seguridad ni dignidad. Hace un año la Suprema Corte declaró inconstitucional que no tuviéramos acceso a seguridad social, meses después, la reforma a la ley federal del trabajo nos dio certezas legales.

Todo esto sucedió en el marco del debate público generado por la película ROMA. La lucha comenzó hace 20 años de la mano de otras trabajadoras y organizaciones de la sociedad civil como Fondo Semillas, Hogar Justo Hogar, Nosotrxs, el Conapred, el ILSB entre muchos otros. ROMA hizo posible que la lucha tuviera un impacto más grande y resoluciones más rápidas, las decisiones de los 3 diferentes poderes del Estado han permitido plasmar eso en la realidad. La lucha y la solidaridad entre diversos actores ha permitido cambiar la realidad.

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En tu pedido, va mi vida

Creamos el Colectivo #NiUnRepartidorMenos para protegernos entre repartidores. Surgimos a raíz de la muerte de José Manuel Matías, que fue arrollado por un tráiler el 27 de noviembre de 2018 mientras entregaba un pedido.

Publicado en Animal Político
Por Andrea Santiago Páramo y el colectivo #NiUnRepartidorMenos

Un guiño

En las cajas de las tiendas Oxxo, dos jóvenes de casi la misma edad, se identifican mientras se hace el cobro de productos: el cajero de veintipocos que tiene un trabajo formal pero repetitivo de ocho horas por día y que lo ancla todos los días al mismo metro cuadrado con sueldo bajo pero fijo, con el repartidor de UberEats que no tiene horario definido, contrato, prestaciones, cuyos ingresos varían dependiendo de la demanda y las horas que decida rodar por día y que además recorre la ciudad con la supuesta “libertad” de elegir cuánto gana y cuándo se conecta y desconecta del trabajo. Intercambian algunas palabras: “¿cuánto te llevas por día? ¿En serio? ¿Cómo te inscribes? ¿Te dan un celular? El cajero quiere saber más, pero la fila debe avanzar. Se despiden con un “¡cámara, gracias!”.

Así comienzan muchos repartidores de plataformas digitales: dejando trabajos de la economía formal pero poco reconocidos y mal pagados, para insertarse en la nueva economía digital que, si bien no combate la precariedad laboral, ofrece la ilusión de mayor libertad. La ilusión de que hay posibilidad de administrar la propia vida y tiempo en jóvenes cuya vida ha sido moldeada por limitantes estructurales que les impiden elegir su destino profesional, es ciertamente un deseo que las plataformas digitales han sabido aprovechar. Del mismo modo, han sacado ventaja del contexto nacional. Cuando el 41 por ciento de adultos mayores se encuentra en situación de pobreza1 porque no tienen ahorros, un ingreso suficiente ni protección social, la necesidad de empleo puede cooptarse de forma muy eficaz. Hoy, no importa si es en silla de ruedas, bajo la opción de caminantes pueden ir repartiendo pedidos por la ciudad.

El pedido

Como toda revolución, la digital supondría un cambio en nuestra forma de ver y habitar el mundo o en nuestra arquitectura mental, como diría Alessandro Baricco. Con un eficiente software, la velocidad del deseo de un consumidor se sincroniza de forma casi instantánea con la provisión de un servicio. En esa mágica inmediatez fue eliminado el ruido de la burocracia, las espera que suponen las filas, los horarios para solicitar algo. Pero también fue sustraído el lenguaje sobre derechos y la regulación por parte del Estado para que ese intercambio sea más equitativo. Como consumidores no concebimos algo que no sea instantáneo: queremos que sea fácil, rápido, eficiente y barato; algo que no nos quite más de unos cuantos minutos para poder seguir con nuestro acelerado modo de vida. Presionamos un botón y listo, en unos minutos tenemos la comida, la bebida, las compras del supermercado en la puerta de nuestra casa, no importando si es un domingo a las 11.30pm. Un repartidor llega y en una transacción corta e impersonal, le damos las gracias y tomamos el pedido. Hay quienes incluso ya nombran a los repartidores como “mi Rappi”, lo que habla de las condiciones sociales que se están desarrollando para pensar a las personas como la extensión de una plataforma. De ahí que preguntarnos qué hay detrás de un pedido, hoy sea una tarea política central.

Detrás del pedido

¿Qué cabe en una mochila de un repartidor? 60 kilos de compras, 10 cajas de pizza grandes, 8 costales de hielo, el favor de último momento como dejar unas llaves, comprar un regalo, pasear a tu perro. ¿Qué no entra? Acceso a servicios de salud, incapacidad en caso de accidentes, un ingreso relativamente estable, la posibilidad de irse de vacaciones con paga, un esquema de ahorro, una capacitación mínima en seguridad.

Como repartidores queremos decirte que la realidad detrás de tu pedido es esa que no cabe en la mochila. No es la libertad ni la autonomía que anuncian con brillantina las plataformas bajo el lema “Tú decides. Eres tu propio jefe”. Tampoco es el bonito anuncio de “dale volumen a tu música favorita y disfruta el recorrido por la ciudad”. La “libertad” que nos conceden sí involucra adrenalina, pero es más parecida a una ruleta rusa. Es no saber si la zona a las que vamos es tranquila o una zona roja. Es saber que si te mueres y no estás conectado nadie va a responder por ti, como le pasó a nuestra compañera Ximena Callejas. Es el azar extremo, el que te impide saber con cuánto acabarás en la semana y cuánto de eso vas a invertir en una reparación, en una refacción, en tu salud o en una consulta médica. Es ese tipo de juego que te motiva a ponerte metas mínimas de ingreso por día, sin saber si las vas a llegar a cumplir porque se cruza el clima, las quincenas, vacaciones, días festivos o las marchas. Pero aún así le entras al juego y estás dispuesto a trabajar sin parar hasta 12 horas por día y arriesgar tu vida en la lluvia por 20 pesos extra. Le llaman auto-explotación, pero de ello depende un “mejor” ingreso.

Nuestra realidad se quedó atorada en el peor de dos mundos de trabajo. Somos en términos prácticos empleados, pero somos concebidos como nuestros propios jefes o “socios” para que todos los costos caigan sobre nosotros. Somos esa supuesta actividad marginal que realizamos mientras estudiamos o que sólo es un trabajo eventual para complementar nuestros ingresos, pero le pagamos al gobierno 11 por ciento de impuestos y con nuestra “ayudadita marginal” generamos billones de dólares a nivel global a las apps.

Creamos el Colectivo #NiUnRepartidorMenos para protegernos entre repartidores. Surgimos a raíz de la muerte de José Manuel Matías, que fue arrollado por un tráiler el 27 de noviembre de 2018 mientras entregaba un pedido. En su muerte y en los accidentes y atropellos diarios de muchos compañeros, nos vimos identificados. Queremos decirlo en alto: no somos socios, no somos libres, no tenemos un trabajo que nos permita pensar en un mejor futuro.

Un sueño

Nuestra apuesta no es volver al pasado, sino posibilitar un futuro realmente revolucionario donde el desarrollo tecnológico y la economía digital permitan la generación de empleos realmente distintos. No queremos otra vez trabajos formales pero precarios, no queremos convertirnos en cifras de la desigualdad o de las muertes anónimas que se registran diariamente en la ciudad. Queremos un trabajo que nos permita recorrer la ciudad de otra manera y con una libertad distinta. Queremos empleos que nos permitan aspirar a un futuro que nos humanice, que nos permita desarrollar y potenciar nuestras capacidades. Queremos que en la entrada del restaurante o en la puerta de una casa, se entienda que no va una app sino una persona y que, en ese pedido, está nuestra vida.