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En México, las y los médicos en formación somos un eje medular en el Sistema Nacional de Salud. Una tercera parte de las unidades de atención primaria de la Secretaría de Salud tienen como responsable a un estudiante de la carrera de medicina en servicio social, la mayoría de las veces sin supervisión (Nigenda 2013; Salud 2018). Asimismo, la cantidad de médicos en formación va en aumento: en 2018, el número registrado de estudiantes de medicina escaló a 133 mil personas — casi un 50% mayor a las cifras de 2010— (Salud 2018). Además, existen alrededor de 26 mil residentes en todas las especialidades médicas (DGIS 2018). Es decir, al menos 150 mil estudiantes comprenden este sector de médicos en formación, en quienes recae la actual y futura responsabilidad del Estado de garantizar y promover el derecho de la salud.
Nosotrxs, en conjunto con la Asociación Mexicana de Médicos en Formación A.C. (AMMEF), la Asamblea Nacional de Médicos Residentes (ANMR) y diversos colaboradores del área de salud, unimos esfuerzos para exigir el respeto y la garantía del derecho a la salud de médicos en formación. Nuestro colectivo integra a estudiantes de medicina, internos de pregrado (MIP), pasantes de servicio social (MPSS) y residentes (MR)—correspondientes a las cuatro etapas del proceso de formación de las y los médicos en México-.
La actual crisis de salud que enfrentan México y el mundo por el SARS-CoV-2 representa un enorme reto para el sistema de salud y para el gobierno mexicano. Hasta el 21 de abril, en México se han reportado +8,700 casos confirmados y 712 fallecimientos a causa del virus. En consecuencia, la Secretaría de Salud dictaminó algunas medidas especiales de prevención y protección para las y los médicos en formación; principalmente, el retiro del personal en formación de las zonas de riesgo de contagio, envío de insumos de protección (cubrebocas, guantes, mascarillas N95, guantes, etc.) y capacitación en protocolos de atención, aislamiento y protección ante el COVID-19.
A raíz de esto, el Colectivo de Médicos en Formación se dio la tarea de investigar en qué medida están siendo implementadas estas acciones concretas para la salud y seguridad de las y los estudiantes, internos, pasantes y residentes que siguen acudiendo a los campos clínicos, con el afán de apoyar al gobierno a identificar en dónde pueden concentrar mejores esfuerzos para proteger a nuestros médicos —quienes estarán en la primera línea de la contingencia—. El miércoles 25 de marzo lanzamos un cuestionario digital a través de nuestras redes sociales para analizar lo antedicho. Más de 4670 personas respondieron el formulario, de los cuales 3985 son médicos pasantes, internos y residentes, y sólo el 10% estudiantes. El análisis estadístico excluye al 10% de los estudiantes que aún acude a campos clínicos, a pesar de las contraindicaciones de las autoridades, ya que en la mayoría de los casos los estudiantes no están a cargo de la atención clínica. La muestra concentra respuestas de los 32 estados de la República.
Primero, el 95% de encuestados respondió seguir acudiendo a los campos clínicos; de éstos, el 43% son médicos internos, 37% pasantes, y 20% residentes. El 44% de encuestados labora en hospitales de la Secretaría de Salud (INSABI), el 41% en el IMSS y el 15% restante están distribuidos entre el ISSSTE, Pemex y hospitales privados. Las universidades, responsables de la protección de los médicos en formación, han demostrado serias deficiencias en la comunicación con sus médicos, ya que únicamente 2 de cada 10 han recibido algún apoyo o comunicado por parte de sus universidades responsables.
Segundo, el 69% de los médicos en formación afirmó estar expuesto o asignado a áreas críticas para la atención de los pacientes con COVID-19. El 95% respondió no contar con el material necesario para su protección. De acuerdo con las personas encuestadas, en los hospitales y clínicas hace falta: alcohol, batas, cubrebocas, mascarillas N95, guantes, gel antibacterial, jabón, gasas y lentes protectores. En el lado positivo, 7 de cada 10 de los médicos encuestados ya recibió alguna capacitación en materia de protección (30%), atención (36%) y aislamiento de pacientes infectados (8%). En el lado negativo, el 94% de las personas encuestadas considera que ni las clínicas u hospitales donde trabajan, ni ellas mismas, están preparadas para hacer frente a la pandemia.
Estos datos se acompañan de otras dos encuestas realizadas con fechas similares, una por la AMMEF y otra por la ANMR. En ambas, los datos corroboran la información presentada arriba. Por ejemplo, en la encuesta hecha por residentes, el 43% de encuestados respondió no contar con protocolos de atención en sus hospitales y el 58% respondió no haber tenido alguna capacitación. Además, las y los estudiantes fueron retirados de la muestra total, ya que el ejecutivo federal decretó el 24 de marzo la suspensión de clases en todo el país y en todos los niveles educativos como respuesta a la segunda fase de la epidemia. para la atención de casos sospechosos o confirmados de COVID-19. De igual forma, en la encuesta a médicos internos y pasantes, el 93% respondió no contar con el material adecuado para hacer frente a la crisis. Cabe señalar que, la AMMEF ya ha presentado oficios, en diversas ocasiones, a Presidencia de la República respecto a las cuestionables condiciones en las que laboran los médicos en formación.
En palabras de un médico en formación encuestado por nuestro colectivo: “Se están tomando medidas arbitrarias en contra de los internos y se siguen dejando en áreas denominadas de riesgo a pesar de los oficios emitidos por las autoridades de salud; los insumos no se dan por ser de ‘menor grado’; las pruebas diagnósticas son insuficientes, además de que no existe un plan por parte de las universidades en coordinación con autoridades sobre qué medidas se tomarán con nosotros en Fase III o posteriores”. El hecho primordial de que la salud de las y los estudiantes de medicina, internos, pasantes y residentes sea mermada, impide que el sector salud se desarrolle plenamente en el ejercicio de sus atribuciones, afectando así la salud pública y los esfuerzos de la administración actual por hacer frente a la pandemia del SARS-CoV-2. Confiamos en que esta información será de utilidad para las autoridades; los exhortamos a tomar cartas en el asunto y así juntos garantizar la seguridad y la salud de las y los médicos en formación.
REVISA LAS GRÁFICAS Y TESTIMONIOS AQUÍ.
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