amlo 2018

Consummatum est

Escribo a sabiendas de que este artículo verá la luz en las primeras horas del Día Después y con plena conciencia de que hoy, 2 de julio, habrá comenzado a escribirse otra página de la atribulada, conflictiva e impredecible historia de México.

Por Mauricio Merino, coordinador general de Nosotrxs

Publicado originalmente en El Universal

Mientras escribo, confío en que a pesar de todo no haya sorpresas que rompan los frágiles equilibrios que todavía sostienen a México y que aún ofrecen alguna esperanza de organizar nuestra vida en común sobre la base de los principios que exige la palabra democracia. Confío en que las malas artes que se desplegaron antes y durante la jornada de ayer hayan sucumbido ante una ola imparable de votos libresy quiero creer que las autoridades electorales han sido capaces —y lo serán en los próximos días— de procesar esa voluntad con diligencia. Necesito creer que la vida del país será mejor a partir de ahora.

Sin embargo, he vivido entre libros y datos que me interpelan y convivo entre personas que, de un lado, celebran como si ya hubiesen ocurrido todos los cambios que tendrían que ponerse en marcha para alumbrar una nueva época y otras que, con devoción semejante, anuncian el caos y se preparan para la resistencia. No me siento cómodo con ninguna de ellas y no consigo situarme en ninguna de esas conversaciones. No soy partidario del pesimismo pero no consigo derrotar el escepticismo. Me gustaría moderar a quienes celebran y persuadir a quienes lamentan la llegada de esta mañana, pero ni unos ni otros escuchan. Son tantos los agravios, tantas las violencias, tantos los desencantos y tantos los desencuentros que las razones han tenido que cederle su sitio a las emociones.

Sumo las mías: nada podrá cambiar de un día para otro y nada podrá mantenerse intacto. Hace mucho aprendimos, con De Tocqueville, que ni siquiera las revoluciones que modifican la distribución del poder por las armas consiguen quebrar las inercias que están arraigadas en la cultura de un pueblo. Los que tienen prisa tendrán que tener paciencia y los enfadados con los resultados de esta mañana, tolerancia. Les guste o no, tendrán que seguir conviviendo y tendrán que ponerse de acuerdo, porque más allá de sus preferencias hay límites que no habrán cambiado los votos: cada quien tendrá que jugar un rol institucional mientras la nueva clase política del país —no sólo el presidente de la República— toma los mandos y asume la responsabilidad que le ha sido asignada.

En los próximos días habrá mucha bruma y quizás humo. Habrá que despejar la primera para descubrir poco a poco quiénes tendrán la mayor responsabilidad en los poderes legislativos y quiénes en los gobiernos locales, y prepararse para apagar cualquier fuego, venga de donde venga. A partir de hoy, será más urgente que nunca privilegiar la mayor de las cuatro virtudes: la prudencia, que no pide renuncia ni retroceso, sino sabiduría práctica para hacer. Nadie podrá solo y nadie debe abandonar la batalla, porque nos esperan tiempos difíciles. Quizás mucho más difíciles que los anteriores.

Todas las piezas del tablero político se han movido. En cambio, permanecen las causas que han generado las mayores violencias, la desigualdad y la corrupción. He ahí los enemigos vigentes el día después de las elecciones que no se rendirán a los resultados. Contra esas plagas tendrían que volcarse todas las energías, más allá de la posición que cada uno ocupe y a sabiendas de que el Estado es la organización política superior de la sociedad. No de unos cuantos, sino de toda la sociedad. Consummatum est.

Cumplir los marcos normativos que ya tenemos

Nosotrxs ha planteado una agenda clara para analizar, diagnosticar y resolver los problemas del país. El objetivo central es alentar la discusión sobre dichos problemas y, sobre todo, promover la exigencia, vigilancia y acompañamiento ciudadanos a cada acción gubernamental. Estas tres necesidades están fundadas en una premisa diáfana: no requerimos más leyes ni más reformas; lo que es urgente es cumplir los marcos normativos que ya tenemos.

Las soluciones a los problemas del país se nos están yendo de las manos cada día que atestiguamos cómo los intermediarios políticos asestan golpes a la legalidad, ignorándola o contraviniéndola. Nuestro papel, como hasta ahora, seguirá siendo el de exigir, vigilar y acompañar. Esos tres deberes son, quizás, los más elevados que tenemos como ciudadanos. El ejercicio del voto no puede seguir siendo la emisión de un cheque en blanco, después de la cual nos desentendemos de lo que suceda hasta la próxima elección. Con el uso de nuestro derecho ciudadano también adquirimos la responsabilidad de exigir y vigilar a los gobiernos que elegimos y, en su caso, castigarlos. En Nosotrxs aspiramos a generar consciencia sobre eso, a contagiar cada día a más ciudadanos para que abandonen la comodidad de ser convidados de piedra de la vida y el debate públicos en México.

El día que emitimos un voto iniciamos la ruta más complicada de ser ciudadano: nos convertimos en vigilantes de las acciones del gobierno que resulta de esos votos. Nosotrxs tiene como misión fundamental fortalecer la posición de los ciudadanos frente a los gobiernos. No permitiremos más gobiernos sin vigilancia y sin exigencia ciudadanas. En esa ruta estamos y esa es nuestra misión esencial.

Jaime Hernández – Cumplir los marcos normativos que ya tenemos

“Papá, que haya otra página, que no termine la historia”, me dice mi hija de 3 años cuando escucha el final de algún relato. Con la inocencia de su edad, marca el rumbo de la siguiente página, acomoda los personajes e inventa la trama que debo seguir, y muchas veces me pone en serios aprietos.

El actual proceso electoral nos obliga a reflexionar en la página que sigue, después del 1 de julio. Ese día se realizarán las elecciones más importantes del siglo XXI. No sólo por los cargos en disputa: 18 mil 299. Entre ellos, la presidencia de la República, el Congreso de la Unión, 8 gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Habrá elecciones locales en 30 entidades y se renovarán mil 596 ayuntamientos. Más allá de las cifras, los resultados modificarán sustancialmente la geografía política en México y reconfigurarán el actual sistema de partidos.

Como no ocurrió en el 2000, en que hubo alternancia en la presidencia de la república, pero se mantuvo el modelo político-económico, no se desmanteló el régimen autoritario y se detuvo la transición democrática, ahora hay altas probabilidades de cerrar un ciclo de políticas y gobiernos neoliberales. La posibilidad de un cambio de régimen político, cobra mayores visos que hace 18 años.

Si situamos el inicio del proceso de transición en el movimiento estudiantil de 1968, está cumpliendo medio siglo. Si consideramos que inició con la profunda reforma política electoral de 1977, lleva cuatro décadas. Y si, tomamos como arranque la insurgencia cívica-electoral de 1988, cumple 30 años.

Más allá de la fecha, lo importante es vislumbrar los ámbitos en que se ha desarrollado: la movilización social, el espacio electoral, la participación en las urnas. Y en todo ello, la concurrencia de la sociedad civil como ariete para la reflexión, como generadora de propuestas e impulsora de cambios profundos: institucionales, normativos y de cultura política.

El movimiento navista en San Luis Potosí; la Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo en Oaxaca; la resistencia cívica de los panistas en Chihuahua; los hombres y mujeres que se en 1985 se convirtieron en rescatistas y politizaron –en el mejor sentido de la palabra— la tragedia; la dinámica intensa y movilizadora de la izquierda, partidista y no; el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994 y los años subsecuentes; la observación electoral coordinada por Alianza Cívica en el 94. Y miles de ejercicios ciudadanos más a lo largo y ancho del país, se concatenaron con al quehacer partidario que pugnaba por la transición democrática.

Pero, en el 2000, la ciudadanía pareció haber concluido su tarea y dejado el ejercicio de gobierno a los políticos profesionales. Vicente Fox frivolizó la institución presidencial y los partidos homogeneizaron prácticas viciosas y no estuvieron a la altura del reto de construir instituciones democráticas, con justicia social y participación ciudadana.

Hoy, se presenta otra oportunidad de un cambio sustancial en el país. Pero nuestra tarea no se puede limitar a depositar un voto en las urnas. Ni la emisión del sufragio, ni la movilización social, ni la participación activa de la sociedad civil, son el corolario de la democracia, sino apenas su inicio. 

No dejemos la tarea a una clase política que ha mostrado su fracaso. Defendamos los espacios conquistados por la ciudadanía y recuperemos las instituciones que nos han secuestrado. En esta tarea Nosotrxs, como movimiento nacional, está obligado a no cejar en su lucha, ha convertirse en el articulador de la búsqueda de soluciones a las causas que lastiman a la sociedad mexicana; en el actor que exige a las autoridades, que se une a otros movimientos que expresan la diversidad y pluralidad del país, que empuja cambios y que está dispuesto a la construcción activa, crítica, reflexionada, de la siguiente página de la historia de México. 

Que haya una intensa movilización social y una creciente participación de la sociedad civil. Y que, con el conjunto de la ciudadanía, empujemos a una actuación comprometida y ética de gobernantes y legisladores. Que sea esa y no otra, la siguiente página que escribamos para nuestros hijos.

Victor Leonel Juan – La página que sigue

El domingo 1º de julio no haremos nada extraordinario. ¡Todo lo extraordinario lo haremos y estará por venir a partir del lunes 2 de julio!

En efecto, el domingo 1º de julio sólo habremos votado. Y lo habremos hecho para elegir a quienes integrarán los órganos de representación y gobierno de la República y 30 de sus entidades federativas. Nuestros votos se habrán convertido en escaños y cargos de gobierno. Nada extraordinario, todo lo contrario: muy ordinario, tratándose de unas elecciones, que precisamente para eso son.

Lo que nos hará pensar que hicimos algo extraordinario es el peso propia e históricamente desmedido que en México damos a las elecciones. No las vemos como actos ordinarios, normales del país sino fundacionales, extraordinarios de la Nación. Nos olvidamos que, desde hace ya más de un siglo buenamente Ortega y Gasset nos advirtió que las elecciones son sólo “un mísero detalle técnico” y nos quedamos con la primera parte de su argumento que nos indica que, sin embargo, de ellas depende la salud de las democracias.

Y ello es además así porque, como bien nos advirtió hace ya tiempo nuestro querido Mauricio Merino, la nuestra es una transición votada. Aquí no esperamos que se muriera el dictador, ni hicimos volar por los cielos a su sucesor o le dijimos que No en un plebiscito. Aquí votamos y votando cambiamos la fisonomía política de la República e hicimos posible su transición democrática.

Por eso pensamos que éstas y cualquiera de las elecciones son algo extraordinario. Pero no. Ni siquiera si finalmente, como todo parece indicar, ganó la elección presidencial Andrés Manuel López Obrador misma que, por cierto, fue sólo una de las más de 3 mil 400 que hubo el 1º de julio.

En realidad, lo extraordinario de estas elecciones ordinarias es lo que viene ahora. El 2 de julio, el país continuará su devenir. Pero ahora sumido en un espasmo, trabado entre la alegría eufórica de las personas ganadoras, sobre todo de la elección presidencial, y el espanto colérico de sus perdedores. Pero ni la euforia ni la cólera nos servirán para ver, con el corazón, lo esencial; como le diría el buen zorro a El Principito.

Y lo esencial y extraordinario será y es que todas las energías, las buenas y las malas, de las campañas; todas las reacciones instintivas y primitivas que los promotores tanto del miedo como de la creencia acrítica pretendieron y en alguna significativa medida lograron provocar, y, esperanzadamente también; todas las prácticas delictivas de los malandras que aún compran y coaccionan el voto, se habrán ido a estrellar o a redimir en el acto fundacional y primigenio, ése sí de la democracia electoral: el voto participante de las personas ciudadanas.

Eso es lo esencial: cómo el voto ciudadano sigue cambiando a este país. Las puertas se siguen abriendo. Es tiempo de cruzarlas con paso firme: con un andar que reconozca y potencie el poder de nosotrxs hecho comunidades incidentes que, con la Constitución y la Ley en la mano van demostrando que, en efecto, nosotrxs somos el Estado, somos el poder y somos la democracia. Ahora, las posibilidades extraordinarias de que ese Estado y poder funcionen en clave democrática y justiciera y libertaria, dependen –felizmente- otra vez de nosotrxs. Nosotrxs fuimos responsables del voto, nosotrxs seremos responsables de lo que venga después.

Carlos González – Nada extraordinario, ¡todo por serlo!

Quisiera participar en Nosotrxs a partir de la generación de la práctica teórica.

Noción althusseriana que significa producción de objetos del pensamiento en tanto conceptos, hipótesis, representaciones y teorías; ideas sobre el mundo social que contribuyan a su problematización. A diferencia de Marx, considero que la actividad teórica sí transforma la realidad, ya que es un esfuerzo por clarificar cosas que aparentemente son inexplicables preparando el terreno para la praxis social, acortando ese no man’s land de lo políticamente inefable para darle palabras adecuadas y con el ritmo justo. Como sea, son discursos explicativos que flotan sin mucha resonancia colectiva casi todo el tiempo, hasta que toman densidad en determinadas coyunturas políticas por la efervescencia social –en sentido de Durkheim-.

Propongo escribir en la página de Nosotrxs de vez en cuando porque las ideas más o menos originales e interesantes son pocas al año. Escribir una vez a la semana considero que baja la calidad no sólo de las ideas, sino también la forma de su expresión. Los lugares comunes es la mejor señal para identificar el desgaste en la creatividad de cualquier escritor. Por lo que quisiera escribir una vez al mes de ser posible. Doce discursos potentes al año me parece una meta loable.

El primer tema que quiero escribir es sobre Nosotrxs desde dos puntos de vista: 1) filosófico y 2) sociológico. En primer lugar, quisiera exponer la corriente neohegeliana en la que se encuentra, junto con sus límites y alcances. En segundo lugar, quisiera explicar esta organización desde las aportaciones de la sociología de los movimientos sociales. Otro tema que me parece inevitable sería el clima ideológico postelectoral: discursos enfrentados que exponen fisuras pero también articulaciones.

Mi objetivo es explicar esos mecanismos que operan en la realidad social y política, tomando como ejemplo casos concretos (como las elecciones y sus eventos posteriores). Esto significa que no tomaré la postura más usada: descripción de noticias y su juicio moral (ocurrió el evento A y eso está mal). Que me parece un lugar saturado porque muchos lo hacen por su facilidad. Mi postura es más un esfuerzo por comprender elementos del mundo social y político de México que me parezcan relevantes. Por lo tanto, quisiera expresar esta práctica teórica en algún espacio Nosotrxs.

Daniel Manchinelly – La práctica teórica

Desde adentro, trabajamos para que la lucha por nuestras causas sea eficiente.

Soy participante del programa de Pasantías para Universitarios 2018 de Nosotrxs. Antes que nada, esta experiencia me ha confirmado algo que sospechaba pero que aún no había tenido la suerte de testificar: los mexicanos somos luchadores, sabemos organizarnos y mientras sigamos caminos como el que plantea Nosotrxs, un camino dibujado por grandes mentes mexicanas y seguido por muchas más, lograremos lo que tanto hemos soñado: un México con igualdad y sin impunidad. 

Desde adentro, trabajamos para que la lucha por nuestras causas sea eficiente. Desarrollamos nuestros programas de la única manera en que un movimiento puede hacerlo: juntos. Sabemos que alcanzar nuestras causas es un trabajo arduo y que requiere paciencia y tenacidad. Pero también sabemos que Nosotrxs somos muchos, los que estamos presentes y los que lo están a distancia, los que colaboramos día con día y los que lo hacen algunas veces por semana. Todos participamos con un único fin: tomar lo que es nuestro y que por muchos años se nos ha olvidado.

No somos un partido político, pero sabemos que aprender a hacer política es parte esencial para el empoderamiento de nuestra sociedad. Por ello, además de otros temas, nos informamos acerca de política en México, nos formamos con distintos programas de capacitación y aprendemos a exigir nuestros derechos. Aún así, sabemos que si como mexicanos nos limitamos a utilizar nuestra ciudadanía como un hecho aislado y válido únicamente durante el proceso electoral, pasaran décadas y seguiremos preguntándonos que es lo que hemos hecho mal para vivir en un país con tantos problemas sociales.

Es por ello que antes y después del primero de julio, seguiremos construyendo un movimiento de oposición social que tenga bases sólidas y ciudadanos informados y capaces de luchar por sus propias causas. Sabemos que no nos alcanzaría la vida si diez personas intentaran luchar por causas que afectan a millones y es ahí donde nuestro movimiento se reduce hasta su mínima expresión: ni tú, ni yo, ni ellos. Nosotrxs.

Vianca Rincón – Tomemos lo nuestro.

Con la ley en la mano

Nosotrxs es un movimiento que te acerca a la reconstrucción de la democracia a partir la ciudadanía, mediante colectivos que buscan solucionar causas que aquejan a un grupo de personas. Partiendo de que Nosotrxs busca empoderar a los ciudadanos para hacer efectivas las leyes con las que contamos en el país para exigir nuestros derechos, es un mecanismo que me resulta fascinante, debido a que los ciudadanos tenemos todo el derecho a alzar la voz y no ir en contra del Estado, sino de solo hacer valer nuestros derechos. Nosotrxs busca que la ciudadanía sea consciente del poder con el que cuenta para exigir con la ley en mano, crea las herramientas necesarias para poder resolver las causas necesarias que obstruyen el derecho a una vida digna. Mediante sus diversas causas busca una solución de ellas, vigilando que los partidos políticos y representantes cumplan con las obligaciones que les corresponden con la finalidad de que nuestros derechos no sean vulnerados, y de ser el caso, actuar. Con ello, busca crear una revolución de consciencias para poner en las manos de los ciudadanos el control político y democrático. 

El poder participar en la pasantía del verano 2018, es para mí una oportunidad para conocer y profundizar en las causas que actualmente Nosotrxs trabaja. Durante mi participación espero poder aprender sobre cómo poder crear colectivos y empoderar ciudadanos para cuando este bajo un supuesto que vulnere los derechos pueda crear un colectivo para resolver el problema. Sobre todo, poder conocer los mecanismos que puedo aplicar para resolver causas, a partir del 1 de julio de 2018, habrá un gran cambio derivado de las elecciones de presidenciales.

Hay que conocer y aprender sobre cuáles son las propuestas presidenciales para tener las bases de cómo exigiremos los derechos, si bien es cierto, sé sabe sobre las propuestas de cada candidato, se desconoce cuáles serían los mecanismos que podremos usar como ciudadanía. Igualmente, es necesario tener en cuenta que no se debe dejar a un lado las causas que el movimiento lleva acabo, al existir el cambio de poder, cabe la posibilidad de que las causas ya iniciadas puedan quedar de lado, debiendo tener un cuidado y vigilancia en las causas en progreso. Se debe cuidar que con el nuevo gobierno no queden más ciudadanos desprotegidos y vulnerados

Al final, el mensaje de Nosotrxs es actuar sobre las causas que afectan más a quienes menos tiene, empoderarlos y asociarlos con los mecanismos que contamos para luchar por nuestros derechos, sobre todo, tener la ley en mano para hacer buen uso de los mecanismos. Espero que con mi pasantía pueda dejar algo que ayuda a la gente y pueda acercarlos a la justicia y a sus derechos.

Contribuyendo en los temas y causas que me generan fascinación y los cuales Nosotrxs me han dado la oportunidad de colaborar con investigación, esperando poder formar un avance para hacernos a resolver causas, asimismo, espero poder seguir contribuyendo en Nosotrxs por mucho tiempo, para no dejar que el gobierno nos deje vulnerables ante el sistema.

Karen Castillo – Con la ley en la mano

La sociedad mexicana nos ha mostrado que unida hace mejor las cosas.

De hecho, una sociedad puede lograr todo lo que se proponga si existe un gran compromiso en su entorno. Ha sido evidente, que los partidos políticos tienen una gran deuda histórica con la ciudadanía a la hora de gobernar. Nosotrxs plantea ser una vertiente diferente para participar e incidir en la vida política de las personas. Buscamos desde la unión plantear propuestas, demandas, pero sobre todo, defender nuestros derechos.

Contamos con grandes Instituciones, pero muchas se encuentran secuestradas; estas necesitan ser recuperadas, pero no por partidos políticos, sino por la ciudadanía. Y lo vamos a hacer exigiendo que funcionen, que estén encabezadas por personas con el perfil idóneo, evidenciando a las instituciones públicas a la hora de hacer mal su trabajo. Necesitamos vencerlos con las reglas que ellos mismos crearon, porque se puede, pero requiere conocer dichas reglas, y eso es lo que hacemos y estamos logrando en Nosotrxs. Es un camino largo y estará lleno de dificultades, creadas por aquellos actores que no les conviene este movimiento pero es ahí donde todas y todos entramos al juego, es ahí donde todo cobra valor.

Soy estudiante y a los veintiún años , no solo he tenido la oportunidad de conocer a los fundadores del movimiento -hace ya más de un año- sino que, además, he conocido a grandes personas que tienen una visión muy similar de lo que es la democracia y todo lo que Involucra vivir en ella. La participación que he tenido en el movimiento ha sido enriquecedora, reforzando el compromiso que tengo con todas las personas que me rodean, con mi estado -Hidalgo-, aprendiendo en conjunto sobre temas que nos aquejan en sociedad, inclusive hemos tenido reuniones con otros movimientos locales, y con instituciones gubernamentales donde exigimos se cumplan nuestros derechos.

Porque la política es nuestra, siempre a sido nuestra, y por décadas, algunos actores nos han hecho creer que no es así. Es momento de involucrarnos en los asuntos públicos, y creo que lo podemos hacer desde la base, es decir, desde la ciudadanía, ejercer nuestros derechos, convertirnos en actores activos y Nosotrxs nos da esa oportunidad. Podemos elegir dónde queremos incidir. Existen distintos frentes, exigir a los partidos políticos una verdadera rendición de cuentas de los recursos que se les otorga, evitar la muerte de los infantes, demandar ministerios públicos eficientes, que las instituciones anticorrupción funcionen correctamente, y más. Hay demasiado de dónde buscar y mucho por construir, pero siempre haciéndolo organizadamente, en colectivo.

Después del 1 de julio, México seguirá necesitando de nosotros, los ciudadanos, y no podemos simplemente dejarle esa labor de construir un país a los mismos actores políticos. La creación de colectivos y movimientos que ayúdenla formar el país que merecemos, apenas comienza.

Porque para defender y recuperar nuestras instituciones, es fundamental primero conocerlas, y Nosotrxs nos otorga las herramientas y el lugar para hacerlo.

Daniel Alemán – El “yo” en la comunidad

Desde que entre a la universidad, el panorama y la forma de ver las cosas cambiaron.

Comencé a percibir los problemas actuales y aquellos que llevan ya una gran trayectoria en México, los percibí de una manera mas tangible. Desde el momento en que me entere de Nosotrxs, quise hondear acerca de en que consistía dicho movimiento, que es lo que hacen, a que se dedican, o simplemente, que causas apoyan. Desde que entre a la universidad, el panorama y la forma de ver las cosas cambiaron. Comencé a percibir los problemas actuales y aquellos que llevan ya una gran trayectoria en México, los percibí de una manera mas tangible, comencé a darme cuenta de las dificultades que en verdad existen en el país, y en mi caso, aumentaron mis ganas de querer ayudar.

Comencé a entender términos y significados que nunca antes había puesto sobre la mesa, quizá, por falta de tiempo o porque no sabia como hondear mas sobre ellos. Comencé a investigar en que consistían los temas que defiende este movimiento.

Ahora que conozco el eje sobre el cual actúa Nosotrxs y después de un momento tan importante –y crucial para el rumbo de México– como lo son las elecciones del 1ro de Julio del 2018, creo que el movimiento podrá consolidarse y seguir creciendo con mas fuerza si respetamos los ejes sobre los cuales hemos ido trabajando y no se llegan a fines individualistas o de interés propio.

Necesitamos informar y lograr la inclusión de más ciudadanos que exijan sus derechos y los lleven a la práctica, distribuyendo la información que ahora conocen con amigos, conocidos, familiares, etc. Incluyamos a todxs, no generemos discriminación o clasismo, recibamos propuestas y contribuciones, demos respuestas, en medida de lo que podemos.

Debemos procurar que nuestra participación en el movimiento se realice con base en las normas que nos rigen, sin faltar a la autoridad, solo respetando y al mismo tiempo exigiendo los derechos que a todos nos conciernen. Debemos de apoyarnos en causas altruistas que nos beneficiaran a todxs y organizar mas activismo, no se debe de perder el objetivo que todxs perseguimos, el de un México mejor.

Yo se, al igual que mas personas, que este movimiento va empezando y va a la alza en razón de seguir defendiendo los derechos que poco a poco nos han arrebatado.

Dejemos de lado al egoísmo que nos apaña, que los buenos vamos ganando. Al final, los que quieran contribuir con las causas que defendemos son mas que bienvenidos. Nunca es demasiado tarde, este es el tiempo y el mejor momento que Nosotrxs tenemos, tomemos las riendas que nos pertenecen.

Arantxa Juárez – Informar y lograr la inclusión de más ciudadanxs