Me parece fundamental hacer visible la importancia que tiene para cada uno de nosotros como ciudadanos involucrarnos a través de la interacción y comunicación con nuestros iguales para poder mejorar nuestro entorno. Además, de poder dirigirnos a aquellas instancias conducentes para ejercer nuestro derecho a opinar, pedir y en algunas problemáticas exigir si se requiere, acciones y soluciones.
Dado que vivimos en una sociedad, lo que sucede a nuestro alrededor a quienes nos rodea nos afecta positiva y negativamente. Debemos hacer mayor incapie en que formamos un todo y que como parte de ese todo, si afecta a uno afecta a todos pero sobretodo a los más desprotegidos.
Considero que tenemos como obligación no solo velar por nuestros derechos al exigirlos pero sobre todo exigirnos a nosotros mismos participar en todo lo referente a los asuntos públicos que nos conciernen a cada uno.
El espacio público podría convertirse en un tema en el cual todos incidiéramos no solo porque cada persona se desarrolla en ámbitos distintos y para ello requiere desplazarse de un lugar a otro, sino que en cierto sentido vive uno y sufre las distintas problemáticas que afectan la convivencia y el transitar de quienes se desplazan en cierto perímetro de la ciudad y el área conurbada.
Ello nos lleva a que no solo observemos, nos demos cuenta de la problemática que nos aqueja sino que la comentamos e inclusive ofrecemos cierto tipo de solución o propuesta para la prevención. Por ejemplo, el mantenimiento de áreas comunes o prevención de accidentes en el espacio público es algo que día a día se vive, y sin embargo, para muchos de nosotros no nos resulta fácil apoyar en situaciones de riesgo que en muchas ocasiones son ocasionadas por nosotros mismos.
No solo es cuestión de hacer sino de mantener una actitud colaborativa, observadora y participativa y no dejarse vencer por la apatía. El no colaborar nos hace ser el origen del debilitamiento de nuestras garantías y derechos como ciudadanos.
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