Publicado originalmente en La Jornada Zacatecas
Mauricio Merino recordó el manotazo sobre la mesa acompañado de un airado ¡Ya basta!, con el que Felipe Calderón Hinojosa, entonces presidente de México paró la retahíla de datos con que el experto en seguridad pública, Eduardo Guerrero, le estaba documentando que su “Guerra contra el narco” no estaba funcionando y por el contrario, empeoraba la situación de violencia en México.
Los argumentos tenían el objetivo de demostrar “que incrementar los niveles de violencia para abatir la violencia era una ridiculez”, dijo Merino.
El hecho ocurrió en el Castillo de Chapultepec a donde aquel mandatario convocó asimismo entre otros expertos al investigador del CIDE, de manera que atestiguó el estallido emocional del mandatario.
“Y se enojó el Presidente. Es un evento que no se me va a olvidar, de repente ¡pas! pegó un manotazo en la mesa en la que estábamos (…) a ver, tiene usted todos sus datos yo estoy de acuerdo (…) ¿Yo que hago, tengo a los criminales ahí y tengo que enfrentarlos como jefe del Estado, qué quieres que haga?”.
La respuesta del especialista fue que cambiara de estrategia, entre otras cosas, porque mencionó también el caso Eduardo Guerrero, se había abatido a un jefe narcotraficante y surgieron otros tres, multiplicándose asimismo el nivel de homicidios dolosos vinculados con el narcotráfico en sendos estados del país.
La estrategia de Calderón no iba dirigida a terminar con las causas de la violencia sino se centraba en los criminales, algo que criticó ayer Merino Huerta al ofrecer en Zacatecas como cabeza nacional de la organización no gubernamental Nosotrxs, su conferencia magistral “Prevención del delito”.
Al compartir con el auditorio convocado en la Casa Municipal de Cultura la anécdota de los “Diálogos de Chapultepec”, que fueron “un desastre”, dijo; agregó que “este video deberíamos pasárselo al presidente Andrés Manuel López Obrador para que no vaya a cometer el mismo error con la Guardia Nacional. Porque el presidente está muy preocupado y tiene razón respecto de la incompetencia de las policías en la mayor parte del país y en el municipio, incluso la Policía Federal”.
Dijo que la incompetencia es cierta y está documentado que no lograron profesionalizarse y desarrollar capacidades de investigación serias, de tal manera que no pudieron detener al crimen, sobre todo el organizado.
“Entonces tiene razón –López Obrador- tiene que recurrir a lo que hay para poder imponer por lo menos una sensación en el país de seguridad. En lo que creo que no tiene razón es en creer que esa obligación les corresponde únicamente a los militares. En creer que la seguridad se construye como no violencia”.
Aquí expresó otro concepto que fue reiterado ayer en su charla, “la paz no equivale a la no violencia, la paz es una construcción colectiva de la sociedad sobre la misma sociedad”.
Mauricio Merino consideró “que el Presidente va a rectificar eso. Si ha de ser consistente con su argumento, espero que rectifique, no con lo de la Guardia Nacional –su creación-, eso a todas luces lo va a mantener, sino con la forma de diseñarla y de contener el exceso de los militares”.
Expuso, como han refrendado los críticos de que esta corporación tenga mandato militar, que los ejércitos están diseñados para “ganar guerras”, “someter al enemigo”, “derrotar”, y que por eso vulneran derechos humanos.
Observó por ello que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) ha promovido convenciones “de las que México es parte, para insistir en que no se puede aceptar la militarización de la sociedad”; un fenómeno que empieza en los países con el argumento de su intervención en seguridad pública.
“Entonces yo espero que el Presidente sea consistente con sus propios argumentos y logre matizar la idea de la Guardia Nacional”.
El tema refirió, fue abordado por López Obrador en su último libro, donde ya la proponía pero a modo de reforzar la carencia de policías de manera temporal en tanto su falta de profesionalización se corrigiera “y con una lógica de participación ciudadana muy amplia”.
Al hablar de la prevención del delito, Mauricio Merino inició señalando como una condición indispensable, que la corrupción al igual que la delincuencia pasa por la captura del Estado.
Para ello utilizó el ejemplo del huachicol, sobre el que expuso, no hubiera sido posible esta venta de combustibles en el mercado negro, un robo estimado en 60 mil millones de pesos anuales, si Pemex no hubiera sido capturada por el crimen organizado, que tejió “redes –delictivas- combinadas” que implicaban tanto a funcionarios que toleraban o participaban, como a criminales externos que tenían el negocio de la venta en las calles o comunidades.
Subrayó utilizando este ejemplo, que si no se modifican las circunstancias, si no se identifican las causas que originan el crimen y los modos en que opera, en este caso, “sabemos que el problema está en los ductos y que se controlan desde Pemex”, no importa a quienes se capture siempre habrá quienes los sustituyan.
Agregó asimismo la necesidad de que el análisis del crimen se “humanice”; saber quiénes lo hacen revisando las historias detrás de los hechos para sistematizar toda esta información y producir “inteligencia institucional”.
En este sentido aunque tocó el tema de la impunidad, lo expuso como “una secuela” del crimen y “no el origen”, lo que no quiere decir que este fenómeno no debe combatirse, también advirtió.
Pero lo importante es contextualizar al delito en el entorno en que se comete y poner más atención en las víctimas entre en las que sorprendentemente se podrán encontrar a “muchos de los criminales” que son forzados a integrarse a los grupos delictivos cada vez a edades más tempranas, “dejar de pensar en detenerlos” y sí en cambiar el entorno que propicia el crimen.
Instó a las autoridades a convocar a la sociedad a no fijar la atención en el castigo o en el incremento de las penas para los criminales, pues aseveró que esto “no va a modificar las causas” que originan los delitos, sino justamente sucederá cuando se implemente la inteligencia institucional.
Así mencionó respecto del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) que es un error pensar que castigar a los corruptos, “meter a la cárcel a los peces gordos”, es combatirlos, y que aún es penoso que mejor cualquier ciudadano en la calle tenga más información de cómo, dónde y quiénes cometen los ilícitos que los superfuncionarios.
Explicó en ese sentido que el SNA se construyó para que entre todas las dependencias e instancias que lo integran construyeran con los datos de que disponen, información sistematizada para generar inteligencia institucional.
En este sentido dijo también de la participación de la sociedad en la prevención del delito, que no se le puede pedir que se defienda sola como sucedió por omisión e incapacidad del Estado para hacerlo con los autodefensas que surgieron en Michoacán, pero que la ciudadanía organizada sí puede construir solidaridad vecinal, intercomunicación e información, de manera que se cuiden unos ciudadanos a otros construyendo una protección colectiva.
Agregó que para el caso de la prevención del delito hay “enormes oportunidades” de cambio, pero no incrementando el armamento o los niveles de violencia tanto como lo hagan los criminales sino modificando las condiciones, las circunstancias que permiten el delito, refiriéndose también a los espacios públicos que lo propician, por ello hay que hacerlos menos peligrosos por ejemplo, con iluminación y convivencia pública, como se ha hecho en experiencias exitosas de ciudades como Barcelona en España o Cali en Colombia.
Mauricio Merino hizo referencia también a la reacción ciudadana respecto del combate al huachicol.
Dijo que si se sabe que hay poco combustible porque las pipas están supliendo a los ductos, pero que esto se corregirá cuando la distribución por parte de Pemex sea mejor gestionada, algo que dijo debe exigirse. Y se espera que se vuelvan a abrir los ductos una vez que este delito sea eliminado “¿A qué va a la gasolinera a llenar su tanque?”.
Sostuvo que el problema de escasez de gasolina en la Ciudad de México se generó por las compras de pánico y tradujo esta conducta como un boicot que los propios mexicanos se están haciendo, cuando “por fin enfrentamos una pieza clave del crimen organizado con valentía, eso hay que reconocérselo al Presidente”.
Criticó que en lugar de contribuir para que este propósito se logre y la situación se aligere, “vamos a ver como la enredamos, vamos a complicarle la vida (…) la única razón por la que se volvió tan problemático es porque la gente se está boicoteando a sí misma”.
Merino Huerta también expuso su desacuerdo, y dijo le parece ridículo, “que nos indignemos por falta de gasolina y no celebremos que por fin estamos en un caso, iniciando el sexenio, combatiendo a uno de los grupos del crimen organizado más potentes del país”.
El académico, investigador y ex funcionario público, presidente nacional de Nosotrxs fue invitado por el representante de esta organización en Zacatecas, Francisco Valerio Quintero, para realizar el evento que tuvo el respaldo del diputado a la 63 Legislatura, Javier Calzada Vázquez.
Ayer acudieron a esta conferencia magistral funcionarios y funcionarias públicas, integrantes de organizaciones de la sociedad civil, académicos y público en general.