Estrategia Nosotrxs

Convocamos a una revolución de conciencias, para poner en manos de los ciudadanos el control democrático de los poderes públicos.

I.

Se trata de formar un movimiento para vigilar y exigir de los partidos, los representantes políticos y los gobiernos, el cumplimiento de sus obligaciones; para detener abusos y denunciar actos de negligencia y de corrupción. Para cumplir esos propósitos no necesitamos puestos públicos. Necesitamos conciencia y organización. Necesitamos formar colectivos de colaboración y apoyo mutuo, fijar agendas compartidas, asumir nuestros derechos y exigir activamente el cumplimiento de la ley.

Nuestro marco legal tiene muchas deficiencias. No obstante, en los últimos años también hemos logrado construir normas capaces de empoderar a los ciudadanos, si nos organizamos para garantizar su cumplimiento. En términos generales, consideramos que el incumplimiento y la negociación selectiva de las leyes han contribuido de manera importante a la desigualdad, la violencia y la corrupción. Tenemos que revertir esa tendencia: no sólo exigir que los intermediarios políticos –gobernantes, funcionarios, representantes y los propios partidos políticos– cumplan su oferta política y las obligaciones inherentes a su mandato, sino aprender a usar la ley para Nosotrxs.

Los intermediarios políticos del país han sido incapaces de hacer cumplir las leyes o bien los intereses que realmente representan son contrarios a dicho cumplimiento. No obstante, es necesario reconocer que la sociedad tampoco ha logrado organizarse para exigir masivamente que se cumplan sus derechos. Nosotrxs queremos ambas cosas: vigilar que no haya una sola decisión tomada por los intermediarios que vulnere los derechos del pueblo mexicano y usar masivamente todos los derechos que promueven la igualdad social, la no discriminación, el otorgamiento de servicios públicos igualitarios, eficientes y dignos y el uso honesto y transparente de todos los recursos públicos. Promoveremos una revolución de las conciencias para poner las leyes al servicio del pueblo mexicano.

II.

El movimiento promoverá la organización política de los ciudadanos, mediante la integración de colectivos de información y apoyo mutuo en toda la república y con todas las personas que quieran sumarse para rescatar la democracia de quienes han vulnerado sus principios.

Actuaremos en tres planos:

Primero.- Divulgaremos por todos los medios disponibles el conjunto de derechos y de medios de información, exigencia, vigilancia y denuncia que nos ofrecen nuestras leyes. Haremos pedagogía política: que todas las personas conozcan, reconozcan y aprendan a utilizar todos los medios legales que tenemos para defender nuestra igualdad y combatir la impunidad. Para hacer cumplir las leyes necesitamos crear conciencia y convertirla en movilización social. Aprender a usarlas para conjurar abusos, corregir programas públicos y denunciar y combatir a los corruptos. Usaremos medios electrónicos e impresos de manera intensiva, pero también promoveremos la acción directa de colectivos ciudadanos organizados por Nosotrxs en toda la república.

Segundo.- Organizaremos colectivos ciudadanos que pondrán atención especial en cinco puntos críticos de la captura del Estado:

  1. El buen uso de los programas sociales que promueven los gobiernos. Nos opondremos firmemente al uso electoral y selectivo de ese dinero, así como a cualquier forma de discriminación o exclusión en su diseño. Invitaremos a los destinatarios de esos programas a vigilar y denunciar las desviaciones, las exclusiones y la corrupción. Hay leyes y medios suficientes para oponerse al despropósito que supone el uso discriminatorio o clientelar del dinero destinado a la igualdad social. La suma de casos similares nos dará una agenda colectiva y una estrategia nacional de apoyo mutuo.
  1. El otorgamiento igualitario, eficiente y digno de servicios públicos y privados en toda la república. Especialmente en materia de educación, salud, transporte, seguridad y medio ambiente. No hay razón para seguir tolerando que esos servicios se presten de manera deficiente, inequitativa y discriminatoria. Las leyes ya prevén medios de denuncia para evitar abusos en el trato que se otorga a los usuarios de esos servicios. Pero la individualización de las denuncias debilita su eficacia. Nosotrxs promoveremos la vigilancia y la denuncia colectivas y seremos especialmente cuidadosos en la atención de los casos emblemáticos de prepotencia, discriminación o negligencia.
  1. El uso de los recursos públicos en la contratación de obras y servicios públicos, así como los resultados ofrecidos por esos contratos. Las obras y los servicios públicos han de estar diseñados para beneficio de los ciudadanos. Sin embargo, son una de las mayores fuentes habituales de la corrupción. Nosotrxs hemos impulsado y exigido la aprobación de nuevas leyes en materia de transparencia y combate a la corrupción cuya utilidad depende, sin embargo, del uso que los ciudadanos sepamos dar a esos nuevos instrumentos. Permitir que estas leyes se conviertan en letra muerta sería, además de negligente, un acto de irresponsabilidad. En consecuencia, promoveremos plataformas electrónicas y colectivos ciudadanos en toda la república para que dichas leyes no queden en desuso ni sean mañosamente utilizadas por los intermediarios políticos corruptos.
  1. La impartición de la justicia, tanto en la órbita de los poderes judiciales como de las procuradurías de toda índole, así como en las comisiones de derechos humanos de toda la república. Esas instancias existen para defender el cumplimiento de las leyes y sin embargo se han burocratizado y, con frecuencia, corrompido. Nosotrxs organizaremos usuarios de los servicios que prestan esas dependencias –incluyendo los poderes judiciales—para acompañar, vigilar y, en su caso, denunciar prácticas de extorsión, negligencia o corrupción.
  1. La integración de los poderes públicos y de la representación política. Dado el monopolio que ejercen los partidos políticos en la conformación de la representación política formal, es absolutamente necesario que los ciudadanos utilicemos los medios legales disponibles para vigilar y exigir la mayor información posible sobre las candidaturas que presentan y también sobre la forma en que emplean los recursos que se les entregan. Hoy tenemos nuevas leyes de transparencia que obligan también a las autoridades electorales y a los partidos, pero es necesario darles un uso colectivo. Y en el mismo sentido, promoveremos la vigilancia sobre la forma en que los gobiernos seleccionan y designan a las personas que ocupan puestos públicos especialmente relevantes. Los puestos públicos, ya sean electos o designados, no deben seguir siendo botín de los intermediarios.

Tercero.- No renunciaremos a ningún medio legal y pacífico para hacer valer nuestros derechos, ni desecharemos ninguna alianza que, de manera lícita y honesta, aporte ideas y voluntades para el éxito de esta revolución de las conciencias. No se trata de promover aún más el encono y la segmentación que ya abruman a nuestra sociedad, sino de unirnos con las leyes en la mano. También en los gobiernos y en los partidos hay ciudadanos conscientes, justos y valientes. Y hay organizaciones de la sociedad civil, de empresarios y de trabajadores que de manera honesta están luchando desde sus trincheras para salvar a México. Nosotrxs no excluiremos, ni discriminaremos, ni desecharemos a nadie que quiera sumarse a esta revolución, siempre y cuando comparta sus principios y contribuya a sus propósitos. 

III.

Para el éxito de este movimiento vamos por todo. Entendemos que la política no se ciñe a la búsqueda de puestos públicos ni a la competencia electoral, sino que consiste, primordialmente, en la organización honesta y activa de personas que comparten causas públicas. Nosotrxs queremos hacer política para salvar a la república e impulsar y defender nuestros derechos. Vamos contra los intermediarios políticos deshonestos y corruptos, los funcionarios negligentes y los poderes fácticos que contribuyen y alimentan las redes de la corrupción y de captura del estado para sus fines exclusivos.

Sobre la base de estos principios, seguiremos los siguientes pasos:

  1. Convocaremos a una revolución de las conciencias a través de un manifiesto público, suscrito por quienes compartan los principios, los propósitos y la estrategia de Nosotrxs. Iniciaremos con personas que han dado prueba de su compromiso público con los valores democráticos y con la defensa de los derechos, la igualdad y la honestidad republicanas.
  2. Tras la difusión del manifiesto, pondremos en marcha una primera estrategia de pedagogía política, dando cuenta de los medios legales que tenemos para defender los propósitos del movimiento a través de nuestros portales electrónicos, de las redes sociales y de la convocatoria directa a la formación de colectivos ciudadanos afines a nuestros principios. La membresía de Nosotrxs será libre, consciente y participativa. 
  3. Invitaremos a otras organizaciones sociales y políticas que, de manera honesta, quieran sumarse a esta revolución y estén dispuestos a multiplicar sus frentes de batalla en defensa de los derechos y de los principios republicanos que nos identifican.
  4. Identificaremos casos emblemáticos en cada uno de los cinco puntos críticos que hemos identificado y buscaremos que haya ciudadanos organizados y dispuestos a hacer uso de las leyes para demostrar su fuerza. Usaremos todos los medios de divulgación que tengamos disponibles.
  5. Multiplicaremos nuestra acción paso a paso, acción por acción, conciencia por conciencia, durante los primeros meses del 2017, para que en el 2018 el movimiento sea ya una realidad política imposible de desconocer por los intermediarios políticos que han minado la esperanza democrática de México. Para entonces, todos deben saber que Nosotrxs estaremos alertas y actuando para que los programas sociales no se utilicen en la compra de votos, que los servicios públicos no excluyan o corrompan, que los gastos públicos no se desvíen de sus propósitos o incrementen la desigualdad, que la justicia no se imparta de manera inequitativa o que los poderes públicos sigan siendo botín de unos cuantos.
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