Debemos construir ciudadanía
Escribo estas notas sin conocer el resultado de las elecciones; si bien se anticipa el triunfo de López Obrador, prevalece la incertidumbre en algunas gubernaturas, se desconoce cómo quedará integrado el Congreso, las cámaras locales y los resultados en las alcaldías, incluidas las de la Ciudad de México.
De cualquier manera; se prevé una nueva composición del Congreso lo que seguramente dará lugar a “corrimientos” entre las distintas bancadas; no se sabe el camino que seguirán los frentes y las alianzas. Es predecible que hacia el interior de los partidos haya un “ajuste de cuentas” y pugnas por los controles internos.
Seguramente en los próximos meses se debatirá en torno al proceso electoral y sus resultados; habrá cuestionamientos sobre el régimen de partidos, el costo de las elecciones, el funcionamiento del INE y los órganos electorales locales; sobre la conveniencia de instaurar una segunda vuelta y la pertinencia de las candidaturas independientes.
Mientras tanto, continúan los problemas de criminalidad y violencia, la pobreza y la desigualdad, la corrupción gubernamental, la crisis de representación política, el bajo desempeño de la economía, la incierta relación comercial con los Estados Unidos y Canadá y muchos más, para los que no hubo respuestas suficientes ni convincentes de parte de los candidatos.
¿Qué hacer? ……una mirada “desde lo local”
Está claro que como lo ha expresado en distintas oportunidades Mauricio Merino, no se trata de esperar a que ahora sí, “nos salga el bueno”; por el contrario, debemos de superar la coyuntura y afirmarnos en nuestro empeño de reforzar nuestras tareas y construir ciudadanía.
Los problemas descritos con anterioridad son de alcance nacional, pero se materializan todos los días en el ámbito estatal y más concretamente en el espacio municipal.
De ahí la invitación a reflexionar sobre el federalismo y más concretamente sobre nuestro municipalismo y la conveniencia de que la Agenda de nosotr@s se explique “desde lo local”.
Es en el municipio donde se ponen de manifiesto los males que nos aquejan: corrupción, autoritarismo, ejercicio patrimonialista del poder, falta de planeación lo que da lugar a improvisaciones y ocurrencias, opacidad, debilidades institucionales, deficiencias en la calidad y cobertura de los servicios públicos, visión de corto plazo, apatía fiscal y escases de recursos, deficiente gestión del territorio.
Los gobiernos municipales son o debieran ser, las autoridades más cercanas a la gente; sus cabildos, como órganos locales de representación política, debieran estar conformados por los “señalados para gobernar”; en la realidad no ocurre así, los ayuntamientos adolecen del mismo déficit de legitimidad y representatividad que los órganos legislativos locales y que las cámaras federales.
Mi propuesta en concreto es que la Agenda de nosotr@s la podamos expresar “desde lo local; y hacer la defensa de nuestros derechos desde esa estructura territorial y gubernamental.
Hacerlo así, nos permitirá generar empatía entre la población, incorporar las preocupaciones locales, sumar adhesiones, formar liderazgos locales, potencializar capacidades y de tener éxito, extender la experiencia en otros municipios.
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