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Frenan 60 mil recetas falsas para ‘huachicolear’ fármacos en IMSS

Publicado en Milenio

DIEGO ENRIQUE OSORNO Ciudad de México / 

La falsificación de recetas médicas para ordeñar a diario desde medicinas generales hasta fármacos para el tratamiento de personas con enfermedades como diabetes, cáncer o VIH es una de las técnicas usadas por las diversas redes de corrupción que operan en el sistema de salud oficial de México.

Al igual que el robo de gasolina en Pemex, los medicamentos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se convirtieron durante los últimos años en un boyante negocio ilegal, que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de huachicoleo, el cual ha generado perdidas millonarias y ha afectado la salud de miles de pacientes.

Un reporte interno del IMSS revela uno de los modus operandi de estas bandas, a partir de una investigación concretada apenas el pasado 25 de abril en Torreón, Coahuila, donde el organismo encontró en el Hospital General de Zona 16 cuarenta cajas con 60 mil recetas presuntamente apócrifas, las cuales ya fueron aseguradas por el instituto.

Modus operandi

De acuerdo con datos de la investigación No. COA237/2019, los recetarios son elaborados por la empresa Formularios de México SA de CV para luego ser entregados en Ciudad de México a la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, la cual a su vez distribuye las impresiones oficiales a las distintas delegaciones estatales del país, donde son recibidas por una figura oficial llamada Controlador Delegacional de Recetarios e Incapacidades, la cual tiene la función de distribuir en los diversos hospitales de su delegación los blocs de los recetarios.

Los blocs de recetas médicas son recibidos finalmente por los departamentos de Abastecimiento y Almacén de cada hospital del IMSS, los cuales, a su vez, surten de las mismas a los médicos que laboran en la institución para que puedan atender a los pacientes beneficiarios de la seguridad social y garantizar su derecho a recibir medicinas de manera gratuita para aliviar sus padecimientos.

Sin embargo, la investigación de Torreón detectó que antes de ser enviados a los médicos, los recetarios son reemplazados por otros apócrifos que mantienen un amplio parecido en lo general e incluso tienen el mismo número de folio, pero tras un análisis hecho por peritos especializados en documentoscopía se establecieron alteraciones en tipografía, color, diseño y tintas.

Tras esta suplantación de los documentos oficiales, de la que no necesariamente se enteran los médicos que dan consulta, los recetarios originales son usados para robar los medicamentos, entre los que destacan los necesarios para atender la diabetes, así como el material oncológico de quimioterapias de las personas que padecen cáncer o los antirretrovirales de pacientes con VIH.

Mientras tanto, los médicos generales expiden —la mayoría de las veces sin saberlo— los recetarios apócrifos suplantados de manera previa por las redes de corrupción, de tal forma que cuando los pacientes llegan a las farmacias a solicitar sus medicamentos, estos ya no se encuentran disponibles a causa del huachicoleo.

Problema sistemático

De acuerdo con un análisis nacional hecho por Nosotrxs, un movimiento civil contra la corrupción, 22.9 por ciento de personas que recibieron recetas médicas de sus médicos en el servicio público no obtuvo los medicamentos requeridos.

Mauricio Merino, coordinador general de esta organización que impulsa en redes sociales la campaña #MedicinasParaTodxs, envió hace poco al presidente López Obrador una carta en la que le pide atender esta problemática.

“Entre 2001 y 2015 —dice la misiva pública— la Auditoría Superior de la Federación realizó 272 observaciones al sector salud. Y la CNDH ha extendido varias recomendaciones generales por desabastecimiento de medicamentos; incluso en las encuestas de satisfacción del IMSS 2015, 2016 y 2017 se visibiliza este problema sistemático”.

A su vez, el presidente López Obrador, durante su cruzada contra el robo de combustible, dijo el pasado 1 de febrero que el gobierno gasta alrededor de 80 mil millones de pesos en medicinas, “pero hayhuachicoleo también en la compra de medicinas. Se llegó al extremo de robarse dinero de las medicinas. Todo eso lo vamos a corregir”.

La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, a cargo de Santiago Nieto, confirmó que está investigando también esta problemática pero mediante el seguimiento de facturación fraudulenta en la compra y venta de medicamentos públicos por parte de proveedores oficiales del gobierno.

Hasta el momento, la investigación del IMSS en el Hospital General de Zona 16 de Torreón es el primer golpe que se conoce del actual gobierno federal contra las redes de corrupción dedicadas al robo de medicamentos públicos: El pasado 26 de abril, Jorge Marrón, apoderado legal del IMSS, acudió a la Fiscalía General de la República para denunciar la elaboración y uso de “recetas apócrifas para surtir de manera indebida medicamento en perjuicio de los servicios de salud y patrimonio de este instituto”.

Punta de la madeja

La dimensión del problema es nacional, reconoce Adalberto Méndez López, actual director de Vinculación Institucional y Evaluación de Delegaciones del IMSS, quien confirmó la investigación realizada en Torreón y aseguró que en estos momentos se encuentran otras en marcha en distintos lugares del país: “No podemos dar detalles para no comprometer las investigaciones, pero ya tenemos otras investigaciones abiertas en diferentes partes del país”.

Méndez consideró equiparable el uso del término huachicoleo para este fenómeno criminal:

“Si hacemos una equiparación con el huachicoleo del combustible, este huachicoleo de medicamentos es evidente. Se están sustrayendo estas medicinas que son para diabetes, para tratamientos oncológicos, es decir, son medicamentos verdaderamente delicados que no están llegando a quien verdaderamente lo necesita. Se está abriendo un canal alterno de distribución no oficial de producto que representa un daño patrimonial, no solo para el Instituto, sino para todos los mexicanos”.

Cada día, a escala nacional, los médicos del IMSS expiden alrededor de 650 mil recetas para que los pacientes beneficiarios de la seguridad social reciban medicamentos de manera gratuita. Solo en el Hospital General de Zona 16 se atiende a medio millón de personas de Torreón y municipios vecinos. Tres mil recetas se expiden diariamente.

“Todavía no podemos estimar exactamente el tamaño del quebranto detectado en Torreón, pero sin duda es un fraude millonario”, explicó el funcionario federal.

Negligencia y encubrimiento

Aunque algunas denuncias por este tipo de robo de medicamentos ya habían sido realizadas en gobiernos anteriores, éstas eran minimizadas para no ser atendidas por las autoridades del instituto, comentó Méndez López: “No podría decirte si fue por negligencia o por encubrimiento, eso lo determinarán las investigaciones de la fiscalía, pero lo que sí te puedo decir es que la orden del director general, Germán Martínez Cázares, fue la de que nosotros investigáramos cada denuncia y eso es lo que se está haciendo”.

Al arranque del actual gobierno federal fueron sustituidos 23 de los 32 delegados estatales del IMSS. “Nunca había existido un cambio tan grande y esto ha funcionado porque los nuevos delegados están rompiendo con las inercias que había anteriormente”, consideró el funcionario.

 De acuerdo con el reporte de la investigación, funcionarios actuales y ex funcionarios forman parte de estas redes de corrupción. Y no solamente aquellos encargados de administrar y distribuir los recetarios, sino también algunos de los responsables de las farmacias del Seguro Social, lo cual explicaría por qué buena parte de las denuncias eran desatendidas anteriormente, aseguró el director de Vinculación.
“¿Que es lo que puede hacer el que dispensa la medicina si está coludido con este tema? Le dice al paciente: ‘No hay medicinas, vente la siguiente semana’. Y entonces lo que dice es que hay desabastecimiento o que ya sacaron medicamento y a la siguiente semana llega el nuevo cargamento. Entonces no nada más es el que la distribuye, también puede haber colusión con el que está otorgando o retirando este folio de los recetarios”, detalló Méndez.
“Pronto daremos a conocer el resultado de las otras investigaciones en marcha. Esto es apenas la punta de la madeja”, advirtió el funcionario, quien prevé que en las próximas semanas se den “resistencias” por parte de las redes de corrupción, pero también consideró factible que aumenten las denuncias ciudadanas. “Sin duda que habrá reacciones a esto que estamos haciendo, pero el director general ha sido enfático: ninguna reacción por parte de los grupos criminales que estén tratando de sangrar el patrimonio del IMSS tendrá que ser suficiente como para intimidarnos al frente de estas acciones que estamos realizando”, expresó el funcionario del IMSS.
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Acceso efectivo al derecho a la protección en salud: personas de primera y de segunda.

Publicado en Animal Político

Por Alejandro González Arreola, ex-Director de Gestión Social y Cooperación (GESOC) e integrante de la Comisión Ejecutiva de Nosotrxs.

El inicio del milenio fue próspero para la inversión pública en el sistema de salud en México y, en conexión, para la expansión en la cobertura de las personas que no contaban con aseguramiento bajo los modelos contributivos existentes, principalmente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). De la mano de las reformas que introdujeron el Seguro Popular, la inversión total en salud pasó de 5.2% del PIB en el año 2003 al 6.5% en el año 2009 (1). De igual forma, la brecha de cobertura en salud se redujo significativamente: para el año 2010 se habían incorporado al Seguro Popular 34.3 millones de personas que antes no contaban con aseguramiento en salud (con datos de la ENIGH-MCS).

Sin embargo, la etapa de prosperidad sostenida en la inversión pública en salud terminó con la administración federal que recién concluyó su mandato el año pasado. La inversión total como proporción del PIB para el año 2018 bajó a niveles del 5.9%, de la cual sólo el 52% correspondió a inversión pública y la restante, en su mayoría, a gasto de bolsillo de las personas. Al estancamiento de la inversión pública en salud se sumó un creciente número de casos de irregularidades administrativas en la utilización de los fondos destinados al sector salud (principalmente del Seguro Popular), por parte de no pocos gobiernos estatales, como bien lo ha documentado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en las revisiones de la cuenta pública de los últimos cinco ejercicios fiscales.

Si consideramos que, para el año 2010, el 80% del total de las personas afiliadas al Seguro Popular (34.3 millones) se atendían en los servicios de salud estatales de cada entidad federativa (financiados principalmente por el Seguro Popular), esta desafortunada combinación de estancamiento del financiamiento público a la salud y crecimiento de corrupción en el uso de los fondos públicos del Seguro Popular, ha tenido efectos terriblemente negativos en el desempeño agregado de los sistemas estatales de salud, ensanchando aún más las brechas de desempeño entre los sub-sistemas contributivos y no-contributivos, particularmente entre el IMSS y el Seguro Popular.

De acuerdo con datos del Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión 2017-2018 del IMSS (2), la tendencia de la tasa de mortalidad para cuatro padecimientos de alta incidencia y costo en atención de personas sin seguridad social (mayoritariamente afiliadas al Seguro Popular) se ha ido incrementado de forma sostenida, o bien, se ha estancado, para los últimos cinco años. Estos padecimientos son: (i) Diabetes mellitus; (ii) Hipertensivas, isquémicas del corazón y cerebrovasculares; (iii) Cáncer de mama; y (iv) SIDA. En sentido inverso, la progresión de la tasa de mortalidad para estos mismos padecimientos en pacientes atendidos por el IMSS ha mostrado un declive sostenido, o al menos, se ha logrado detener la progresión negativa.

En conexión, las tasas de riesgo relativo de muerte para una persona afiliada al Seguro Popular y otra afiliada al IMSS se han ido ensanchando en los últimos años hasta configurar diferencias (brechas) alarmantes. De esta forma, con datos al cierre de 2016, el riesgo relativo de muerte para una persona con diabetes mellitus que se atiende en el Seguro Popular, es 80% mayor que para una persona que se atiende en el IMSS. Para enfermedades hipertensivas es 100% mayor; para cáncer de mama es 46% mayor; mientras que para SIDA es 120% mayor (3).Estas cifras dan cuenta de un sistema público de salud altamente inequitativo y regresivo en términos de su desempeño e integridad, que trata de forma desigual y desproporcionada a los excluidos de siempre.

Revertir estas tendencias resulta urgente. Reclama de más (muchos más) recursos fiscales pero invertidos de forma progresiva, es decir, más para quienes presentan las brechas de resultados más amplias; así como de un uso más eficiente e íntegro de los recursos públicos en salud, particularmente de aquellos que financian la cobertura de la población sin seguridad social (típicamente más pobre). El aporte de la sociedad civil resulta clave e insustituible para estos fines, a partir de iniciativas de contraloría social como la de “No al huachicol de medicinas” de Nosotrxs, la cual busca que los recursos públicos destinados al abastecimiento de medicamentos no se pierdan en las porosas redes de corrupción del sistema (4).

 

1. De acuerdo con datos del Subsistema SICUENTAS de la Dirección General de Información en Salud. 

2. Cap. V Seguro de Enfermedades y Maternidad. Disponible aquí. 

3. Estimaciones propias con base en los datos del del “Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión 2017-2018” del IMSS, disponible aquí (Cap. V Seguro de Enfermedades y Maternidad).

4. Más información de la iniciativa aquí. 

 

@NosotrxsMX

 

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SHCP garantizará compra de medicinas por licitación internacional

Publicado en Acustik Noticias

En respuesta a lo anunciado el pasado martes por el presidente Andrés Manuel López Obrador, donde afirma que su gobierno transparentará la compra de medicamentos, bajo supervisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) lo reiteró.

  • Adjudicación directa, que tendrá́ una vigencia del 16 de abril al 30 de junio.
  • Licitación internacional, con la finalidad de proveer estos bienes durante el segundo semestre del año.

Lo anterior, con el fin de mejorar y modernizar los procesos de adquisición de bienes y servicios; también garantizar el combate a la corrupción, como lo menciona la SHCP.

 

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Un proveedor acaparó 35% de las compras de medicamentos del IMSS y el ISSSTE en sexenio de EPN

Publicado en Animal Político

Un solo proveedor de medicamentos acaparó el 35.2% de las compras consolidadas hechas el sexenio pasado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE): Grupo Fármacos Especializados SA de CV.

Esta empresa ganó 106 mil 813 millones de pesos, del total de 303 mil que se pagaron, de acuerdo con un documento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) difundido por Presidencia, sobre las 10 empresas que concentraron el 80% de las compras de medicinas y equipo médico, hechas por el gobierno.

Ese monto fue el triple de lo que ganaron los dos siguientes proveedores en la lista: Maypo y Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo Médico (Dimesa), con 35 mil y 34 mil millones, respectivamente.

La mayor parte de los contratos de Fármacos Especializados fue para proveer al IMSS de medicinas y vacunas, 72 mil 214.5 millones en siete años. Tan solo en 2018, sus ventas a esta dependencia alcanzaron los 12 mil 393 millones, cuando en 2012 apenas venía 8 mil millones.

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Imparable, mercado negro de medicinas

Publicado en El Universal

¿Tiene glibenclamida?, se le pregunta a una mujer que vende medicamentos en Tepito. “¡Uy, no!, tengo bezafibrato, también es para diabéticos. El ácido que es para los infartos igual lo tengo de a 10 pesos la caja, con 30 tabletas”, responde.

El puesto de no más de dos metros se ubica cerca del Metro Tepito, en la calle Granaditas, la cual está ocupada por más locales con cajas llenas de medicamentos que se venden sin receta, que en un año representan 9% (16 mil 650 millones de pesos) de los 185 mil millones de pesos en los que está valuado el mercado de medicinas y fármacos en México, de acuerdo con datos de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm).

A su vez, cifras de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) indican que alrededor de 8 millones de personas consumen estos fármacos, los cuales son robados y en ocasiones están caducos, por lo que significan un riesgo para su salud. La mayor incidencia de esta situación está en Jalisco, Michoacán, Puebla, Nuevo León y la Ciudad de México.

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Crisis en el ISSSTE

Publicado originalmente en El Sol de México

En los hospitales del ISSSTE hay un rezago en el abastecimiento de medicamentos para enfermedades raras, oncológicas, VIH, material quirúrgico, y ya cuenta con infraestructura hospitalaria obsoleta, informó el secretario general de trabajadores del ISSSTE, Luis Miguel Victoria Ranfla, al calificar que el arranque año en el Instituto ha sido complicado, pues si bien no hay problema con el cuadro básico, ya que se hace una compra consolidada para el sector salud.

“Ahora se abastece de manera normal, debido a que se está utilizado lo que se compró el año pasado. Pero la situación se ha complicado porque no se ha liberado el presupuesto para el Instituto en su totalidad para el presente año.

Tenemos ambulancias sin gasolina y eso significa suspender los traslados de pacientes. “Tenemos que suspender tratamientos, porque como no está autorizado el presupuesto para subrogados han disminuido las sesiones de hemodiálisis, por ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador debe tener un diagnóstico claro y preciso: “que es lo que tiene en el instituto y que le hace falta”.

En entrevista con LA PRENSA, el líder sindical describió un panorama poco halagüeño para el Instituto. “Hay hospitales que no aguantan una reparación más; hospitales totalmente rebasados en su capacidad y en su mantenimiento. Citó por ejemplo el Hospital de Tapachula, Chiapas; ¨parece un hospital de terror en lugar de un hospital de salud bienestar¨, citó. Y en esas condiciones se encuentran el de Acapulco y Chilpancingo, Guerrero, el de Torreón, Coahuila y Tampico, Tamaulipas.

Victoria Ranfla enfatizó que urgen apoyos para arreglar hospitales, ya que su infraestructura está rebasada prácticamente en todo el país

“Nos urge cambiar equipos médicos que ya dieron lo que tenían que dar; urge material quirúrgico, reparar y cambiar mesas y lámparas quirúrgicas; y las autoclaves es que es donde se esteriliza todo el material quirúrgico”.

Comentó que tienen muchos elevadores descompuestos en varias regiones del país “y al tener los descompuesto esto nos lleva a cancelar cirugías; si hablamos por ejemplo de casas de máquina y calderas también tenemos una bomba de tiempo en varias partes del país, donde esas calderas tienen que ser cambiadas a la brevedad ; hace falta aires acondicionados en muchos hospitales.

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Sin huachicolear con los medicamentos

Por Luis F. Fernández, Julián Patricio Alvarado Castro y Carlos Jesús González Martín

Publicado originalmente en Animal Político

Nosotrxs impulsa en todo el país un movimiento en contra del huachicoleo de medicinas, en contra de la corrupción e ineficiencia que genera el desabasto de medicamentos en todo el país. Pedimos a pacientes, familiares de pacientes, médicos y personal que trabaje en clínicas y hospitales que reporte el desabasto de medicamentos o insumos médicos aquí. ¡Ayúdanos a compartir tu experiencia o esta campaña con quienes puedan compartir su caso!

La información recopilada servirá para identificar las principales zonas del país que enfrentan desabasto de medicinas o insumos médicos, con el fin de investigar las causas de corrupción o ineficiencia y resolver entre todos los que uno no puede.

Ya lo expresamos en la carta publicada en este espacio por Mauricio Merino y Luis Adrián Quiroz al inicio de la semana:

No aceptamos que la corrupción siga siendo el combustible del sistema, que pierde millones de pesos en un huachicoleo cotidiano que extrae nuestros recursos en todos los sectores de nuestro país. Estamos dispuestos a trabajar en conjunto con todas las autoridades para terminar, de una vez por todas, con la corrupción en México. Estamos dispuestos a alzar la voz, a recolectar información, evidencia y voces y, sobre todo, a organizar a miles de ciudadanos que identifiquen y señalen en dónde están las deficiencias, las perforaciones de las tuberías de nuestro sistema político e institucional que requiere esos recursos para garantizar nuestros derechos. Estamos dispuestos a actuar en bola, como un Estado organizado, para resolver en colectivo los problemas que uno sólo no puede.

A continuación presentamos un breve recuento del contexto reciente de desabasto de medicamentos en México. Han surgido notas periodísticas que, por un lado, agrupan los reclamos en redes en cuanto al desabasto de medicinas en distintos centros de salud pública, y, por otro lado, reportan el mismo fenómeno a nivel nacional, en Sonora, Coahuila, Tabasco, Hidalgo, Durango, Tamaulipas y Campeche. En el centro de esta corriente de noticias están las declaraciones de Rafael Gual Cosío, director general del Canifarma, quien afirmó que por retrasos en los procedimientos de producción e importación –a causa de la velocidad en la administración de la Cofepris- podría ocurrir un desabasto de medicamentos en el futuro próximo.

Aunque es posible que algunos de los recientes desabastos de medicinas tengan que ver con la falta de gasolina como afirma el gobernador de Michoacán, es claro que éste no es un tema nuevo. Diversas organizaciones agrupadas en la Red de Acceso han denunciado que éste es un problema sistémico y posicionan agendas en favor de los pacientes afectados desde hace varios años. Por ejemplo, al observar las búsquedas en Google referentes al tema de medicamentos del IMSS se observa que cada cierto tiempo existen picos en la búsqueda del tema. Si corroboramos esta información con notas en prensa se observa lo mismo. Es común ver notas de hace años o meses que denuncian el desabasto de medicamentos. Al analizar las tendencias de los últimos 3 años se observa, como ejemplo, un pico en julio del 2015, cuando el senador de Aguascalientes, Martín Orozco, exigió a distintas instituciones hacerse cargo del tema de desabasto de medicamentos. Otro ejemplo es el caso del mayo del 2018 cuando 5 mil empleados del sector marcharon en Toluca denunciando el desabasto de medicamentos y otras problemáticas del sistema de salud.

A pesar de los distintos picos en la búsqueda del tema de medicamentos, lo que resalta es la tendencia de los últimos días. Parece ser que precisamente en estas últimas dos semanas la tendencia de búsqueda sobre medicamentos en el IMSS está en su punto más alto. La alerta de la Cofepris, la mención del presidente sobre el tema de “huachicoleo” de medicamentos, la relación con el tema de desabasto de gasolina y la polarización sobre temas relacionados a la eficiencia en la administración del nuevo gobierno, han situado al tema de desabasto de medicamentos en una coyuntura.

Fuente: Búsquedas de google. 6 de febrero de 2019.

Lo desastroso de este problema es que no sólo es un problema en México, sino que, como informan investigadores de la Organización Mundial de la Salud, la escasez de medicamentos se extiende al resto del mundo[1]. Las razones se rastrean por cómo ha evolucionado el mundo, y con ello, cómo se han procurado soluciones.

Nuestra sociedad, la mexicana, se desplazó de reproducir y contener enfermedades infecto-contagiosas a albergar y convivir con enfermedades crónico-degenerativas[2]. Lo que este cambio exige es un aumento en la atención médica: que haya más manos, más ojos y más medicamentos. Visto desde nuestro sistema de salud, el cambio implica que los flujos financieros y materiales –sean de infraestructura o de profesionales- aumenten y que las instituciones de salud procesen una carga mayor de responsabilidades. Bajo estas condiciones, una solución admisible es que los medicamentos –específicos y patentados- se entreguen de manera oportuna para remediar los padecimientos de los pacientes. Con la muerte siguiéndonos el rastro hasta olernos a ras de piel, se vuelve necesario que el tratamiento sea rápido y eficaz.

Una posible y comprobable línea de causalidad comienza con el paciente que busca medicamentos en determinada institución de salud. En caso de encontrarlos, se acabó la historia y el paciente recibe su tratamiento en tiempo y forma. En caso de no encontrarlo, el paciente -o sus familiares- deben conseguirlos, ya sea por medio de la presión y la exigencia al sistema de salud o incurriendo en un gasto de bolsillo al conseguirlos en farmacias particulares. México se ha vuelto un país en el que no sólo se obstaculiza la recuperación del paciente, sino que, para hacerlo, éste debe voltear sus bolsillos. Más de la mitad del gasto en salud proviene del gasto de bolsillo[3], es decir, los casos en que las instituciones públicas proveen los medicamentos son los menos.

Buscando remediar esta situación, el sistema ha operado con las compras consolidadas. Esta estrategia mantiene dos objetivos. El primero es ahorrar, volver eficiente el gasto público. El segundo es garantizar la cobertura de la población. No obstante, como lo demuestran Martínez Moreno, Ferreyra López y Cano García en su estudio Las compras consolidadas de medicamentos: ¿una política pública de salud eficiente?, aunque las compras consolidadas han logrado una lista de precios menores en comparación al mercado privado, de modo que se realiza un ahorro, persisten una serie de deficiencias. Al momento de constatar que el abasto en la mayoría de las instituciones de salud no se logra con las compras consolidadas, el ahorro se pone en duda. La falta de puntualidad en el registro de las necesidades de cada instituto o centro de salud ocasiona que la solución a tomar sean las Compras No Consolidadas o Individuales, dentro de las cuales, al no hacerse bajo una licitación, no hay ninguna garantía de un precio menor al del mercado, por el contrario.

La amplitud del problema se entiende cuando se sabe que la institución que lleva a cabo este proceso, responsable de cada paso, es el IMSS. Pareciese que corretean al IMSS, de no ser que, como lo indicó la Auditoría Superior de la Federación en su reporte Evaluación del Control Interno a la Operación de Adquisición de Medicamentos, los procesos de adquisición, administración y distribución de medicamentos no poseen ni claridad en los objetivos ni control riguroso en los procedimientos, es decir, “cuando no se fijan los precios y cantidades de los medicamentos con precisión, o si los contratos no se firman en tiempo y forma, o si no se emiten los pagos a los proveedores, el número de fabricantes que participa se reduce y ello representa el riesgo de no garantizar el acceso a medicamentos a bajo precio y de manera oportuna”[4]

Lo anterior se comprueba con 4 distribuidoras de medicinas que concentran las compras que el IMSS requiere. Nada alentador se encuentra en este panorama. Al final, el temperamento de investigación que nuestra historia ha generado exige por un culpable, pero con tenerlo el problema no desaparece. Aunque es posible discutir si el tema de la escasez actual es producto de una nueva administración con errores o de una historia de mala organización del sector salud, sería más útil dejar el tema de polarización a un lado y enfocarse en las soluciones.

Para ello, recuerda, lector, al escritor de este artículo, identifica de dónde provienen las palabras y con qué justificación las emitimos. Lee el comienzo y comprueba que quienes escribimos somos Nosotrxs. La movilización sólo es posible por medio de la unión concertada de las voces de quienes exigimos. Tu voz es nuestra voz, y por esto es que queremos escucharte: conocer tu historia como paciente, como familiar de algún paciente o como médico, enfermero o enfermera. En No al Huachicoleo de Medicinas puedes compartir el nombre del hospital, clínica o farmacia que no cuenta con medicamentos o insumos médicos; puede ayudar al compartir esta campaña con más personas.

La recopilación de información de esta manera ayudaría por ejemplo a identificar en que centros de salud está ocurriendo el problema para tener evidencia, solicitar atención de las autoridades correspondientes e investigar las raíces del problema como corrupción o fallas de logística administrativa.

Ni tú, ni yo, ni ellos, Nosotrxs.